El alemán Jan Frodeno se proclamó campeón olímpico de triatlón ayer, donde los españoles Javier Gómez Noya e Iván Raña no subieron al podio.
Frodeno, un triatleta de 27 años con un modesto palmarés antes de los Juegos, superó en los últimos metros al veterano canadiense Simon Whitfield, para imponerse en la meta de la presa de Shishanling, con un tiempo de 1h48m53s.
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El bronce fue para el neozelandés Bevan Docherty, plata en Atenas hace cuatro años y segundo en el Mundial de 2008, que relegó a Gómez Noya, de 25 años, a la cuarta posición.
“Creo que dormí dos horas la noche anterior”, dijo Frodeno. “Sabía que me había entrenado muy bien pero los hombres que iban conmigo delante eran realmente los mejores”.
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Pese a su palmarés casi virgen, Frodeno, un gigante de 1,94 m de estatura, sacó todas las fuerzas que le quedaban en los metros finales de la prueba para dejar atrás a sus rivales.
“Traté de correr mi propia carrera, explicó. Hoy venía con la lección aprendida y no he dejado que me volviera a pasar”.
Entre los latinoamericanos, los brasileños Juraci Moreira Junior y Reinaldo Colucci terminaron en la 26ª y 37ª posición, mientras que el mexicano Francisco Serrano ocupó el lugar 44 entre los 50 que terminaron la prueba que consta de 1,5 km a nado, 40 km en bicicleta y 10 km de carrera a pie.
La australiana Emma Snowsill, tricampeona mundial, ganaó el lunes pasado la prueba femenina, por delante de la portuguesa Vanessa Fernandes, que se quedó con la plata, y de su compatriota Emma Moffatt, medallista de bronce.