Con su octava medalla de oro, Michael Phelps celebró abrazando a su madre, Debbie.
Con gran entusiasmo tras conseguir el récord de ocho medallas doradas en una sola edición de Juegos Olímpicos, el nadador más grande del mundo simplemente deseaba darle a su madre un abrazo como Dios manda. Y así lo hizo Michael Phelps.