El oro y el récord de la rusa Yelena Isinbayeva en pértiga (5,05m) y el dominio de los kenianos en las pruebas de medio fondo sirvieron para devolver en parte el entusiasmo al pueblo chino que lloró la renuncia a última hora de su ídolo, Liu Xiang, a la prueba de 110 m vallas.

El sueño se transformó en pesadilla en China cuando Liu Xiang, campeón olímpico de 110 m vallas y mejor esperanza de medalla de oro de su país en atletismo en los Juegos de Beijing, renunció por una lesión en el pie derecho.

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Las lágrimas corrieron por los rostros de los aficionados chinos, y por el del entrenador de Liu, Sun Haiping, que se desmoronó en la rueda de prensa ante una sala repleta de periodistas.

Media hora antes, su pupilo había abandonado la pista renqueante tras una salida falsa en la sexta y última serie.

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"No puedo creer lo que acaba de ocurrir. Es mi héroe. He venido a propósito a verle. Estoy abatido, afirmó Sun Yejun, un empleado de 30 años. Para mí, los Juegos Olímpicos han terminado, lo mismo que para Liu Xiang".

Muchos temían que sucumbiera a la presión de las esperanzas de sus 1.300 millones de compatriotas, pero fue su cuerpo el que lo traicionó.

El atletismo de los Juegos de Beijing perdió a una de sus atracciones, que era el duelo que iban a mantener Liu Xiang con el cubano Dayron Robles, pero tiene todavía a atletas como la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva, que no sólo ganó sus segundo oro olímpico, sino que elevó el récord del mundo a 5,05 metros.

Este es su decimocuarto récord del mundo al aire libre (a los que se suman 10 en pista cubierta).

El público chino podrá todavía seguir gozando con triunfos kenianos en mediofondo como los dos que deparó la jornada de este lunes, con cuatro medallas entre ambos podios.

El keniano Brimin Kipruto ganó los 3.000 metros obstáculos, delante del francés Mahiedine Mekhissi-Benabbad y de otro keniano, Richard Mateelong.

Kenia confirma así su dominio en la prueba de 3.000 obstáculos, ya que se trata de la séptima victoria consecutiva de un representante del país africano en los Juegos Olímpicos y de la novena en total.

Otra keniana, Pamela Jelimo, de apenas 18 años, ganó la medalla de oro de 800 metros, delante de su compatriota Janeth Jepkosgei y de la marroquí Hasna Benhassi.

Por su parte, el panameño Irving Saladino ganó la medalla de oro de salto de longitud, en el primer título para el atletismo latinoamericano en Beijing, por delante del sudafricano Khotso Mokoena y del cubano Ibrahim Camejo.

Saladino hizo una marca modesta (8,34) respecto a sus 8,73 m logrados a comienzos de la actual temporada.

"No fue el mejor resultado de mi vida, pero un Mundial se gana 1 a 0. El 8,34 me alcanza para ganar la medalla de oro así que estoy contento", afirmó el 'Canguro del Trópico', que afirmó con emoción que "esta medalla es para toda Latinoamérica".

La cuarta jornada del atletismo coincidió con la dos primeras medallas de oro estadounidenses, con Stephanie Brown Trafton en disco y el podio 100% norteamericano de 400 metros vallas con Angelo Taylor, que retuvo su oro olímpico, delante de sus compatriotas Kerron Clement y Bershawn Jackson.

Triste balance para Estados Unidos el tener que esperar a la cuarta jornada de atletismo para llevarse el primer oro.

El atletismo latinoamericano, en cambio, se fue a dormir con la satisfacción del oro de Saladino y el bronce de Camejo en longitud, además de la plata de otra cubana, Yarelys Barrios, en disco.