La promiscuidad tras las rejas lleva al crecimiento del mal entre los más de 13.532 detenidos. Ecuador tiene la tasa más alta de hacinamiento penitenciario en América Latina, lo que representa “un grave riesgo para la transmisión del virus del sida”, es lo que resume un estudio realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), en diciembre del año pasado, pero que aún no se ha publicado.
El representante regional de esa entidad, José Vila del Castillo, quien se encuentra en la ciudad de México, reveló a Diario EL UNIVERSO que –según ese estudio– nuestro país ocupa el primer lugar con el 167% de sobrepoblación en los 39 recintos carcelarios, en los que hasta junio pasado indicó estaban recluidas 13.532 personas.
Publicidad
Vila dio esas declaraciones en el Centro de Exposiciones Banamex, donde la XVII Conferencia Internacional del Sida, que analiza -desde el domingo- la problemática mundial.
“Ecuador tiene la sobrepoblación más alta de todo el continente”, manifestó al anunciar que, según la investigación de Unodc, en América Latina el promedio de hacinamiento está en el 73,89% en unas 1.470 cárceles que albergan al menos 970 mil prisioneros, 5.868 mujeres y 912 mil hombres. El resto corresponde a gays, lesbianas, travestis y transgéneros.
Publicidad
Más del 10% infectados
Una de las cárceles del país donde se han detectado más casos de sida es la penitenciaría del Litoral, donde hasta junio pasado había unos 4.000 reos, de los que 75 (67 hombres y 8 mujeres) dieron positivo o ya comienzan a mostrar secuelas.
Uno de ellos es Carlos, un hombre mayor de 30 años al que en junio pasado le comenzaron a aparecer varias manchas en el rostro y brazos. Él contó que convivía con otros detenidos, varios de los cuales también mantienen relaciones sexuales con parejas que visitan cada semana.
“En la penitenciaría, la promiscuidad es incontrolable y lo peor de todo es que la cadena de infectados no se cierra ahí, sino que se extiende a las parejas de los detenidos-as que cada semana mantienen relaciones íntimas y al retirarse a sus hogares conviven con otras personas”, explica un ex director que prefiere no identificarse.
Es por eso que, según el Programa Nacional del Sida, en el Ecuador se registran al momento 11 mil personas infectadas, aunque el mismo programa sugiere que se multiplique esa cifra por diez para poder obtener una cantidad más cercana a la realidad. Según José Vila, sería mayor la cantidad entre los reos que están infectados. “Si en la población general aplican esa regla en las prisiones (por la promiscuidad existente), tendría que multiplicarse por el doble”, afirma.
El estudio de Unodc revela la existencia de unas 12 mil personas viviendo con sida en las penitenciarías en América Latina, pero Vila cree que esto no es real porque al momento no existe una política de diagnóstico de sida en esas cárceles que permita cuantificar la dimensión real de este problema.
Según el estudio denominado Sobrepoblación y sida, al que accedió este Diario, después de Ecuador le siguen en hacinamiento Uruguay, con el 140%; Bolivia, 120%; Guatemala tiene el 72% y Perú el 67%.
“El comportamiento sexual es uno de los factores de riesgo más importantes en todas las prisiones. Normalmente se da en relaciones de hombres con hombres, en parejas heterosexuales durante los días de visita íntima”, manifiesta Vila.
Sin embargo, la transmisión de la enfermedad también crece como resultado del consumo de drogas que son inyectables. En Argentina, el 5% de las nuevas infecciones ocurrió por esa vía, entre el 2004 y 2005.
A Brasil, en cambio, durante la XVII Conferencia Internacional del Sida se lo elogia por la estrategia para estabilizar la epidemia, pero se le advirtió que hay una elevada prevalencia de VIH entre los reclusos. Para ejemplo se refirió que el 6% de los reclusos hombres que se sometieron a una prueba del VIH en una prisión que está en Sao Paulo dio positivo.
Los niveles de conocimiento del VIH entre los reclusos parecen ser altos en Latinoamérica, pero el acceso a servicios de prevención en las cárceles sigue siendo insuficiente, también señala el informe.
La Unodc espera que Ecuador comience a capacitar en el tema del sida a internos, guías y personal administrativo de cárceles. Y que se realicen exámenes de VIH confidenciales. Pero sobre todo que se den tratamientos y apoyo médico y psicológico, ofrezcan consejería a los infectados y sus familiares.
Textuales
REACCIONES
José Vila del Castillo
REPRESENTANTE REGIONAL UNODC
“Si en la población general aplican esa regla (de multiplicar por 10 la cantidad de personas infectadas con Sida), en las prisiones tendría que ser el doble”.
N. N.
EX DIRECTOR DE LA CÁRCEL
“En la Penitenciaría la promiscuidad es incontrolable, lo peor es que la cadena de infectados atrapa a las parejas de los detenidos que tienen relaciones íntimas en visitas a la cárcel”.