La crisis que viven Rusia y Georgia por el conflicto en Osetia del Sur no tiene su reflejo en la villa olímpica de Beijing, donde una tiradora rusa y otra georgiana prefirieron sellar con un abrazo la famosa "tregua olímpica".

"Fue bonito que (la rusa) Natalia Paderina viniera a darme un abrazo" tras la entrega de medallas, afirmó la tiradora georgiana Nino Salukvadze, medalla de bronce en la modalidad de tiro con pistola a diez metros este domingo en Beijing, después que la rusa Paderina, medalla de plata, fuera a felicitarla.

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Las dos deportistas se abrazaron y besaron sobre el podio, tras escuchar junto a la ganadora de la competición, Guo Wenjun, el himno chino.

"Esta medalla es para Georgia, especialmente en estos momentos", afirmó Salukvadze.

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La tregua que debían de observar en la antigüedad los pueblos de Grecia durante los Juegos parece funcionar en la capital china, aunque los atletas georgianos no puedan evitar estar preocupados por la situación en su país, especialmente después de que estuvieran a punto de tener que volver a casa.

La delegación georgiana estuvo el sábado cerca de retirarse de los Juegos Olímpicos debido al conflicto en la región separatista georgiana pro rusa de Osetia del Sur.

"La noche pasada, el presidente (georgiano, Mijail Saakashvili) nos llamó y nos dijo que era mejor que nos quedáramos. No pudimos dormir en toda la noche. Estábamos todos de pie a la una o las dos de la mañana. Sólo podía pensar en Georgia", añadió Salukvadze, una de los 35 deportistas que integran la delegación del país caucásico.

Saakashvili pidió a los atletas georgianos que permanezcan en los Juegos Olímpicos de Beijing y luchen por el honor de su país a pesar del conflicto en Osetia del Sur, indicó a la AFP un portavoz de la delegación georgiana, Guiorgui Tchanishvili.

Más combativo que su compañera de tiro se mostró el tenista ruso, Nikolay Davydenko, quien arremetió directamente contra el presidente Saakashvili.

"No quiero apoyar a Rusia, Georgia o Abjazia, pero pienso que Georgia comete una estupidez al hacer la guerra durante los Juegos Olímpicos", dijo el número cuatro del mundo.

"Les Georgianos son muy simpáticos. Creo que es simplemente un problema con el presidente de Georgia. Es un hombre que decide solo por todo el país", afirmó, alejándose un poco del buen entendimiento entre las dos tiradoras.

Tras este primer "enfrentamiento" en tiro, Rusia y Georgia, integrantes de un mismo país hasta la desintegración de la URSS en 1989 y la posterior indepedencia georgiana oficial en 1991, volverán a verse las caras el miércoles de forma directa en un partido de voley-playa femenino.

"Evidentemente jugaremos ese partido", añadió Tchanishvili. "Vamos a participar con más pasión contra todas las naciones, incluida Rusia. Nada más. No tendremos ninguna reacción agresiva o fuera de lugar", aseguró el portavoz de la delegación olímpica georgiana.

En la mañana del domingo, El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, recibió a los responsables deportivos georgianos a los que felicitó por su decisión de quedarse en los Juegos.

La decisión "refleja el espíritu olímpico y los valores de los Juegos. Es la decisión correcta, sobre todo por los atletas que no quería volver", afirmó la portavoz del COI, Giselle Davies.