Podría ser jao (hola), zai jian (adiós), o tal vez qing (por favor). Esas parecen las palabras más útiles del mandarín para un recién llegado a los Juegos Olímpicos de Beijing, pero para un argentino, decir "Messi" parece suficiente.

La presencia del habilidoso atacante del Barcelona de España en la selección argentina de fútbol, que intentará conquistar el oro olímpico por segunda vez, parece captar toda la atención a pocos días del inicio de los Juegos.

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En la fila de migraciones, el centro de prensa o el hotel para los medios, la palabra "Argentina" es sinónimo del futbolista, una y otra vez. Y sin excepciones.

Una rutina que hasta hace poco se repetía con el ex astro Diego Maradona ahora parece haber cambiado definitivamente.

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Pero las vivencias no se limitan a la mención del delantero, sino que son acompañadas por situaciones que van desde pedidos de autógrafos en caso de ver al joven futbolista, deseos de éxito y menciones a que es "el mejor".

Cuando restan algunos días para el inicio de los Juegos, probablemente pocos deportistas de todo el mundo capten más atención que Messi.

Pocos días después de que la FIFA obligara al Barcelona a cederlo para que pueda competir en la capital china, sólo resta esperar que Messi cumpla con las expectativas de los hinchas argentinos y también de sus seguidores en China, donde parece haberse desarrollado una auténtica "Messimanía".