García, de 59 años, promueve la inversión privada en sus discursos y se ha enfrascado en negociar pactos de libre comercio con todos los países posibles.

La nueva gestión difiere con el perfil de su primer mandato entre 1985 y 1990, cuando limitó el pago de la deuda externa planteó subsidios para combatir los altos precios de los combustibles, alimentos y electricidad, se distanció de organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y nacionalizó la banca.

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“El gran capital tendrá que solucionar los problemas de la miseria, del empleo, de las migraciones salvajes, de la destrucción de la naturaleza, es eso ahora mi credo”, dijo García en una entrevista en abril.

En contraste con el recelo que mostraron inversionistas al inicio de su nueva gestión hace dos años, García es ahora aplaudido en Wall Street y los capitales llegan a cántaros, interesados en el clave sector minero y las prometedoras industrias de energía, agroindustria y manufactura.

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“El cambio es obvio, este Gobierno de García es completamente distinto al anterior y lo que hace es mantener una estabilidad jurídica y económica en el país”, dijo Carola Sandy, analista de mercados emergentes de Credit Suisse.

Perú  recibió la calificación de Grado de inversión, otorgada por las dos más prestigiosas agencias de calificación de riesgo: la consultora Fitch y la calificadora Standard Poor’s.

Además, el jueves fue admitido en el Comité de Inversiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), lo que lo eleva de nivel para inversiones al generar mayor confianza.

La metamorfosis de García se grafica en una serie de artículos publicados en el diario El Comercio, donde critica duramente a quienes se oponen a la inversión privada y al desarrollo basado en recursos naturales.

Además de calificar a los medioambientalistas de “anticapitalistas” y de estar “contra la inversión”, planteó una agresiva concesión de bosques del Amazonas, depósitos mineros y cuencas hídricas en los Andes, para generar y exportar energía a Ecuador, Colombia, Chile y Brasil.