La institución, que el viernes pasado cumplió 26 años, expone al público sus equipos.
Ingresar al Museo de los Bomberos Félix Luque Plata, inaugurado el 25 de julio de 1982, es reencontrarse con la historia de Guayaquil en sus diferentes etapas.
Ubicado en la antigua planta proveedora de agua, en la Plaza Colón, frente a la iglesia Santo Domingo de Guzmán, este lugar guarda valiosas reliquias que demuestran la entrega desinteresada de los bomberos.
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La puerta de ingreso, no solo protege el lugar, también es parte del recorrido, pues esta perteneció a Clementina Roca de Peña, quien tenía su casa situada en las calles Chile y Clemente Ballén.
Este objeto se salvó del incendio producido por la caída de un avión militar llamado ‘Diablo Rojo’, el 8 de mayo de 1939, y adquirida luego por el coronel Aurelio Carrera Calvo.
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Una de las piezas más relevantes, según explica su director el cap. Alfonso Andrade Pérez, es la guimbalete de la Compañía Salamandra Nº 2.
Esta máquina de doble mortero y de conducción manuable fue adquirida en Estados Unidos y enviada a Guayaquil el 18 de junio de 1856.
Para trasladarla al país se recibieron donaciones, se realizaron rifas y juegos organizados por su comandante y fundador Clemente Ballén de Guzmán.
Andrade, agrega como dato interesante que solo para Sudamérica fueron construidas ocho de estas unidades.
La guimbalete trabajaba movida por fuerza humana, por medio de dos palancas de hierro ubicadas a los costados.
Además, los niños tienen una sala especial en el lugar, donde se les da charlas de prevención y se proyectan videos para que conozcan cómo deberían actuar en caso de un siniestro.
A medida que se recorren las diferentes salas del lugar, el visitante puede aprender sobre la historia de los bomberos y cómo ha ido evolucionando su participación en la ciudad.
A un costado de las motobombas, se pueden apreciar fotografías enmarcadas de los incendios que se han registrado en la urbe, como el de Antón Hermanos (15 de noviembre de 1985), Bahía Huayna Cápac (5 de diciembre de 1997), Jabonería Nacional (16 de mayo de 1998), Gasolinera Repsol (9 de diciembre de 1999), Supermercados Santa Isabel (16 de mayo del 2006 ) entre otros.
Cada una de estas imágenes, explica su director, muestra la labor que cumplen los miembros de la casaca roja, que siempre llevan presente una de las frases dichas por el ex presidente Alfredo Baquerizo Moreno y que está en una de las paredes del lugar: “El deber los condujo al heroísmo, el heroísmo los llevó a la muerte, y la muerte les abrió las puertas a la gloria”, refiriéndose a su espíritu de lucha y protección al prójimo.
La atención al público en el museo es de 10:00 a 17:00, de miércoles a domingo. La entrada para los adultos cuesta $ 0,75 y para niños $ 0,25.
También se realizan recorridos especiales para alumnos de escuelas y colegios. Ellos son asistidos por un guía, quien les explica el significado de los objetos que se exponen. “Queremos que los visitantes se enamoren de lo que observan”, recalcó Andrade, quien dijo que también se aspira a rescatar el trabajo voluntario.