Enfrentamientos verbales entre los asambleístas del movimiento oficialista Acuerdo PAIS y de la minoría opositora se registraron hoy en la penúltima sesión de la Asamblea Constituyente de Ecuador.

Con la presencia de al menos cien asambleístas, de los 130 que integran la Asamblea, se celebró la penúltima sesión del foro, que duró más de 18 horas, y en la que fueron aprobados varios mandatos, se resolvieron algunas reconsideraciones a textos constitucionales y fueron designadas varias autoridades de entidades públicas.

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Los enfrentamientos verbales fueron permanentes, sobre todo cuando no fueron aceptadas varias sugerencias de la oposición a un régimen de transición legislativa.

El momento de mayor tensión se produjo cuando la mayoría oficialista decidió quitar de su cargo a Andrés León, un vocal opositor del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

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La designación de Juan David Cevallos, de Acuerdo PAIS, como vocal del TSE, en lugar de León, de la Unión Demócrata Cristiana (UDC), terminó por crispar los ánimos de los asambleístas de la minoría.

Protesta de Gilmar

"No a la dictadura, no a los proyectos dictatoriales, no y mil veces no", gritó el asambleísta Gilmar Gutiérrez, del opositor Partido Sociedad Patriótica (PSP).

"Este es un caso para denunciarlo en cortes internacionales", alegó Gutiérrez, que abandonó la sesión tras un duro enfrentamiento verbal con el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero.

"Esto es una burla para el país", añadió Gutiérrez, mientras un grupo de asambleístas gritaba: "Democracia, Democracia, que viva la Democracia".

A Gutiérrez le acompañaron otros asambleístas, correligionarios suyos, que abandonaron la sala del pleno indignados por la resolución sobre el vocal del TSE.

Los asambleístas del oficialismo, por su parte, se reunieron varias veces para conversar y daban vueltas por el pasillo para evitar el cansancio causado por la larga jornada.

En un momento importante de los debates, Cordero recriminó a los asambleístas de la oposición, quienes, en su opinión, pretendían sorprender con posiciones que podían haber alargado aún más las discusiones.

"No nos van a sorprender, no estamos cansados", aseguró Cordero, tras afirmar que el grupo oficialista estaba dispuesto a resolver todos los asuntos pendientes.

Aprobación del quichua y shuar

Pero no sólo hubo roces en esta sesión, también constantes felicitaciones y abrazos entre los legisladores oficialistas y de grupos afines, sobre todo cuando se incluyó el quichua y el shuar como idiomas oficiales del país, en una relación de interculturalidad con el español.

La penúltima sesión concluyó con la convocatoria de Cordero para las 12:00 de hoy de la sesión número 96 del pleno, la última y definitiva, en la que se votará sobre todo el proyecto de nueva Carta Magna.

Si el texto es aprobado hoy, como es previsible que ocurra, el presidente de la Asamblea entregará mañana, viernes, el proyecto de nueva Constitución al titular del Tribunal Supremo Electoral, Jorge Acosta, para dar paso a la organización del referendo.