Los rumores de una eventual renuncia de Cristina Fernández de Kirchner a la presidencia de Argentina se sintieron fuertemente ayer en Buenos Aires, tras conocer la votación negativa del Congreso a su plan agrario.
Según el diario español elmundo.es Néstor Kirchner le habría pedido a Cristina que lo dejara todo, y cita una crónica del diario bonaerense La Nación: "La version fue alimentada por el propio Kirchner, que, todavía durante la tarde —según su entorno mas cercano—, machacaba: 'Largá todo y andate, Cristina'. Ella, que se mostró todo el día tranquila, resistió y hasta habló de explorar un acuerdo con el campo", dice la crónica.
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El matutino 'Critica de Argentina' aseguró que la informción sobre la eventual dimisión de la Presidenta se mantuvo "durante siete horas" en los círculos políticos y empresarios y en las redacciones "como una sentencia irrevocable".
"Por la mañana, Néstor Kirchner y su esposa se encerraron durante dos horas en la residencia de Olivos. En ese lapso, discutieron cuál era la estrategia que debían adoptar para salir del abismo al que cayeron cuando Julio Cobos se pronunció a favor del reclamo agropecuario".
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"Kirchner fue terminante: sostuvo que era mejor renunciar antes que dar el brazo a torcer", agregó el tabloide, y añadió que "durante esas dos horas, los Kirchner desconectaron los teléfonos móviles y no atendieron a nadie".
Relación normal con Cristina
El vicepresidente argentino, Julio César Cleto Cobos, fue recibido como un héroe en su tierra natal, la provincia de Mendoza, donde reiteró que no piensa renunciar, destacó hoy la prensa local.
En entrevista con CNN, Cobos desmintió hoy diferencias con Kirchner, y dijo que con ella compartió una cena la semana anterior.
Tras inclinar la balanza en el Senado en contra del proyecto gubernamental para convalidar los impuestos a las exportaciones de granos, Cobos atravesó en su auto el jueves los casi mil kilómetros que separan Buenos Aires de Mendoza, en el oeste del país.
Según las crónicas periodísticas, el vicepresidente recibió muestras de apoyo en cada parada que hizo a lo largo del camino y al llegar a su casa de la capital provincial lo estaban esperando unas tres mil personas que lo vitorearon como un héroe.
"Explotó la cletomanía", tituló el diario porteño Crítica, para reseñar el fenómeno que despertó el inesperado voto del vicepresidente a favor del sector agropecuario, que desde hace cuatro meses protesta contra el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández por los polémicos impuestos a las exportaciones de granos.
En internet ya se venden por 10 dólares camisetas con las leyendas "La historia me juzgará" o "Mi voto no es positivo", algunas de las frases que Cobos pronunció en su dramático discurso en el Senado, en la madrugada del jueves.
"Julio presidente", cantaban los manifestantes al recibir en Mendoza a Cobos, quien al bajarse de su automóvil aclaró a los periodistas que no pensaba en ser candidato en 2011.
Mientras el Gobierno se mantiene en silencio tras la decisión de Cobos, jóvenes militantes del peronismo reclamaron la renuncia del vicepresidente, representante en la fórmula presidencial de los integrantes de la opositora Unión Cívica Radical (UCR) que se sumaron al proyecto de "concertación" lanzado por el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007).
"No voy a renunciar y nadie puede pedírmelo", dijo Cobos en una entrevista publicada hoy por el diario La Nación, en la que justificó que votó desde sus "principios y convicciones" al tener que deshacer en el Senado el empate que había en torno al proyecto gubernamental por las retenciones impositivas.