Esa misma misión intenta rescatarse  y el peruano Felipe Varela es una muestra del intento de salvamento cultural. Varela llegó hace siete días al país y se sumó a la caminata de los jóvenes, pero su misión empezó hace quince días.

Varela salió de Pasto, en Colombia, y tras recorrer 800 kilómetros llegó a Cuenca, le faltan 6.200 kilómetros más que lo llevarán por otras ciudades de Ecuador y Perú, portando el mensaje de paz y de renovación de costumbres como la forma de cultivo ancestral, a través de diferentes tramos del Camino del Inca, conocido como en lengua nativa como el Qapakñan.

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Para este joven chasqui es posible recuperar la sabiduría ancestral en un mundo globalizado porque existen personas dispuestas a desempeñar el rol como maestros, médicos curanderos y chasquis.

 “En América seguimos integrados; a pesar de las fronteras mentales, debemos subsistir ante este sistema y mundo que se deteriora”, acotó.

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Pero a más de la travesía del chasqui, también está presente la música producida en instrumentos rescatados de culturas ancestrales.