Historias de dolor, casos de crímenes y robos no resueltos, falta de control policial e incluso juicios que están estancados en la Corte fueron expuestos ayer durante la marcha por la Seguridad y por la Vida, que se efectuó en la av. Nueve de Octubre, en el centro de la ciudad.
En la cita expuso su pensamiento Alba Rodríguez, hija del radiodifusor César Raúl Rodríguez Coronel, quien fue asesinado por sicarios el pasado 23 de junio, cuando llegaba a la ciudadela Guayacanes (norte).
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En su intervención, Rodríguez pidió que no se tome su asistencia a la marcha como un respaldo a un político o a algún partido.
“Por ello pedimos con mucho respeto que exista política de seguridad ciudadana”, señaló Rodríguez, quien acudió con sus hijos a la manifestación, a la que también llegaron deudos de víctimas del crimen ocurridos en otros cantones y provincias.
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A la cita en el centro de Guayaquil llegaron familiares de las víctimas de la delincuencia.
La marcha por la Seguridad y la Vida no reunió ayer la cantidad de personas que esperaban los organizadores, pero quienes fueron expusieron sus protestas ante la lentitud en la administración de justicia, la poca efectividad en investigaciones de crímenes, asaltos, violaciones o secuestros y falta de control policial en Guayaquil.
Fue una cita en la que primó la desorganización, tanto que tuvo dos episodios: uno que se comenzó a escribir después de las 15:45 y terminó a las 16:20, luego de la intervención de varias víctimas y familiares de fallecidos, y el otro, cuando llegaron el alcalde, Jaime Nebot; y el prefecto del Guayas, Nicolás Lapentti, quienes estuvieron en el sitio a las 17:00, cuando muchas personas se habían ido.
Sin embargo, quienes llegaron hasta la avenida Nueve de Octubre repitieron en más de una ocasión no ser partidarios de ningún político. Sus lágrimas, ante el asesinato de un ser querido; la impotencia de haber sido víctima de una violación y no recibir ayuda; e incluso la falta de dinero para alimentar a sus hijos, porque algún juez no resuelve sus casos, fueron más que suficientes para reunirse.
Entre los asistentes estuvieron grupos de jóvenes que fueron frontales e incluso aceptaron que delinquen y que en sus naciones hay chicos que subsisten con lo que roban o cumplen otro tipo de “pedidos”. Sin embargo, dicen que ellos (algunos ya rehabilitados) desean “ser parte de la solución y no del problema: la inseguridad”.
“Los jóvenes queremos contribuir para que haya más seguridad en Guayaquil, pero también le pedimos al Gobierno que nos dé oportunidades para desenvolvernos”, expresó uno de los líderes de un grupo.
Cerca de ellos se ubicaron organizaciones como los colegios de Médicos y de Odontólogos, que pedían justicia por el crimen de Milton Verdy, profesional asesinado en su consultorio; la Asociación de Tricicleros y Motorizados, que denunciaba robos en el Guasmo sur; comerciantes mayoristas, que pedían más control en los lugares donde expenden sus productos; estudiantes, que gritaban “Seguridad, seguridad...”. A la cita no llegaron transportistas ni taxistas, quienes integraban el Comité Cívico por la Vida.
Pero hubo personas que fueron solas. Llevaban fotografías de familiares víctimas de la delincuencia; recortes de periódicos con las trágicas noticias; e incluso mostraban carpetas con documentos de los juicios que hoy tramitan en la Corte, donde “avanzan a paso de tortuga...”.
Esa fue la frase que usó Glenda Ortiz Reinoso, quien dijo que en el 2000 inició un juicio de alimentos, pero todavía el juez que lo tiene no emite una sentencia. “En la Corte prima la corrupción. No tengo dinero para mis hijos. He venido a pedir cambios en la justicia”, dijo.
En otro lugar de la avenida caminaba con la mirada perdida Ana León, hermana del periodista José Luis León Desiderio, asesinado el 14 de febrero del 2006 en Bastión Popular. Recordó el hecho. Su voz se quebró y lloró de impotencia, porque “mi madre sufre demasiado y está enferma desde que mataron a su único varón”.
Judith Barzola Ríos, en cambio, llevó un cartel con la frase “La delincuencia ya es de todos”. En la parte inferior estaba la foto de su hijo, Cristhian Moreira Barzola, un taxista que fue hallado muerto el pasado 11 de septiembre y su vehículo desvalijado al norte de Guayaquil.
Ella dice que la Policía nunca investigó cómo acabaron con su hijo, por eso no solo pide seguridad, sino también justicia.
DETALLES: En el acto
Universitarios
La mayor parte de los asistentes fueron estudiantes universitarios, quienes solicitaron sensibilidad para sus pedidos al Gobierno.
Polémica
Autoridades del Gobierno criticaron la marcha y al alcalde de la ciudad, Jaime Nebot, antes, durante y después de la manifestación.
Intervención
Desde la tarima, en el malecón Simón Bolívar, hablaron Ana de Navarrete, Alba Rodríguez, Juan Fernández, Johnny Díaz, Manuel Gómez, deudos y víctimas de la delincuencia.
Babahoyo
Hoy, a las 14:30, se hará una marcha en Babahoyo ante el incremento de robos, asaltos y asesinatos, la que es organizada por los periodistas de esa ciudad, que entregarán un petitorio a la Policía.