La agricultura moderna obliga a emplear sistemas rentables que bajen costos.

La agricultura moderna está obligando cada vez más a utilizar prácticas que lleven a los agricultores a mejorar sus costos productivos, evitar pérdidas y garantizar una producción estable.

Estas exigencias han llevado a buscar alternativas como la adopción y adaptación del concepto de agricultura de precisión (AP) en los cultivos tropicales. Esta tiene como principio determinar la variabilidad existente dentro de la finca para proceder a establecer zonas de manejo donde las condiciones son homogéneas y brindar a cada zona lo que esta requiere, explicó Leonidas Estrada, profesor de la Espol.

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Con este principio se logra la optimización de los recursos e insumos en la finca y, por lo tanto, se mejora la rentabilidad del negocio agrícola, dijo el técnico.

Resaltó que el sistema se puede implementar en cualquier hectareaje.

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Este nuevo concepto maneja varias etapas durante su implementación, destacándose, según el técnico, el mapeo de las cosechas, que sirve para cuantificar la cantidad y calidad de la producción, permitiendo establecer las zonas de manejo y los lotes más  productivos de la finca.

Para Álex Morales, de la empresa Ecobis, el mapeo de cosecha consiste en medir la producción por lote para luego representarla gráficamente en un mapa como herramienta visual que facilita el manejo de la información, de modo que al final se puedan identificar las áreas buenas y malas.

Para que la información sea de máximo provecho, explica el técnico, los lotes deberán limitarse a áreas con la mayor homogeneidad posible de suelo, topografía, sistema de riego,  y se adaptará  a la infraestructura existente  para que la obtención de la información sea práctica y produzca el máximo beneficio, de esta manera se evalúa la rentabilidad de cada lote y se ayuda en la toma de decisión para la siembra y cosecha siguiente, acotó.