Simón Pachano, catedrático y analista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), dice que hasta ahora la Constituyente ha desarrollado un trabajo “mediocre” y, por el poco tiempo que le queda, la aprobación de los artículos se dará de una forma “atropellada” y “obviamente, todo esto le hace perder legitimidad”.
Vladimiro Álvarez, ex ministro de Gobierno, expresa que sin la conducción de Acosta, Correa impondrá con más fuerza los textos. “La Asamblea va a aprobar los textos que el Gobierno tenía guardados, los va a sacar y van a empezar a aflojarlos masiva y rápidamente”.
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César Montúfar, de la Universidad Andina Simón Bolívar y del Movimiento Concertación Nacional, cree que lo antidemocrático del proceso se expresa en la intervención no solo del Presidente de la República, sino del buró político de PAIS. “Hay una instancia no compuesta por asambleístas, sino por los más altos jerarcas de PAIS”.
Wladimir Sierra, sociólogo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, dice que si no se habla de una democracia “plebiscitaria”, desde la ciudadanía, por la que se inclinaba Acosta, “Tendríamos deficiencia, porque no se va a consultar a la ciudadanía y no se va a permitir debates ampliados”. Pero si se toma en cuenta que Correa apuntala un tipo de democracia más “delegativa”, desde arriba y bajo la concepción de que la ciudadanía delegó el poder de decisión a los asambleístas, las falencias no existen, agrega.
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Aunque Acosta afirmó “con absoluta certeza, que prácticamente la totalidad de la nueva Constitución está lista, a la que hay que pulirla, a la que hay que trabajarla, con mucha responsabilidad, seriedad y sin apresuramientos”.
Hernán Reyes, sociólogo de la Universidad Andina Simón Bolívar, considera que con la conducción de Fernando Cordero sí se podrá lograr una buena Constitución hasta el 26 de julio, porque el tiempo de las discusiones ya pasó. Y cree que si bien Cordero entra con “los vientos en contra”, lo positivo de este “segundo momento” es que el asambleísta azuayo es mucho más operativo, está empatado con el tiempo político que está manejando con cronómetro Correa y logrará que la redacción final el articulado guarde el espíritu de lo que quisieron decir los asambleístas.