El belga Frank De Bleeckere, quien fue designado para arbitrar la semifinal de la Eurocopa 2008 entre Rusia y España, el jueves en Viena, se autodefine como un "perfeccionista", y cuenta con un gran respaldo: su abuelo y su padre dirigieron en la primera de Bélgica.

El flamenco de 42 años, que trabaja como relaciones públicas de una empresa que fabrica escaleras, cuando no está vestido de negro en un estadio, es el que parece subir peldaño tras peldaño en estos últimos años.

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Era candidato para dirigir la final el domingo, en la que finalmente pitará el italiano Roberto Rosetti, pero no mostró decepción tras enterarse de que debía "conformarse con una semifinal".

"Me siento muy satisfecho. Después de alcanzar los cuartos de final en la Copa del Mundo 2006, aquí estoy en el último cuarteto de la Eurocopa 2008. Para mí, el objetivo ha sido alcanzado. Y espero algo mejor en el futuro, ¿por qué no?, pues pienso seguir en el nivel más alto aún tres temporadas", explicó a la AFP.

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De Bleeckere se autoexige a fondo y mantiene una condición física importante para dar la talla en los partidos. "No dejo ningún detalle al azar", comenta.

"Soy el único árbitro belga con una preparación digna de un profesional. Mis árbitros asistentes son siempre los mismos (algo único en Bélgica) y visito cada semana a un preparador físico (su compatriota Werner Helsen, una eminencia), un psicólogo (Jef Brouwers, que es también el psicólogo del ciclista Frank Vandenbroucke) y un fisioterapeuta", explica Frank De Bleeckere.

En casa de los De Bleeckere, el arbitraje es un asunto de familia. Su padre y su abuelo son ex árbitros de primera división de Bélgica. Y antes de los partidos en Bélgica, es siempre la madre la que prepara el bolso del hijo...

"He aprendido mucho de ellos, me han enseñado un montón", comenta. "En particular, no dejar pasar nada por alto en un partido", precisa.

"Siempre trato de conocer la táctica de los equipos que voy a arbitrar con el fin de optimizar mi labor. También me informo sobre las características de los jugadores", explica el colegiado, que seguramente no se quiere dejar sorprender por algún futbolista adepto a las zambullidas en el área.

Pero "cuando entro al terreno de juego, los futbolistas son números. Arbitro a un equipo A contra un equipo B, sin tener en cuenta el resto", dice Frank De Bleeckere.

Después de haber dirigido Alemania-Croacia (lógicamente expulsó al alemán Bastian Schweinsteiger por agresión) y luego Suecia-Rusia, en la primera ronda, ahora tendrá el honor de pitar el jueves el Rusia-España.

"Porque un partido de fútbol, es un espectáculo", dice De Bleeckere antes de añadir que "sólo el árbitro debe evitar hacer un show".