| ricardo@elcuartoojo.comHace poco estuve en una interesante charla introductoria de una red de marketing de multinivel. Al terminar me aproximé a varias personas a preguntar sus opiniones sobre las redes de mercadeo. Algunos conocían de cerca casos de personas que recibían cada mes cheques de más de mil dólares (supongo que por eso habían venido). Había otros decepcionados a causa de sistemas que fueron costosos de enrolarse, pero habían venido a esta charla atraídos por una red que no pedía cuota de inscripción. Creo que mi caso era parecido, pues yo mismo viví una experiencia poco grata hace un par de años con una red a la que me costó mil dólares entrar y que honestamente nunca tuve tiempo de dedicarme a recuperar mi inversión. La ética del marketing piramidalHay un tipo de negocio llamado marketing piramidal, que es considerado una forma de fraude en la mayoría de países del mundo. Para afiliarse a una red hay que pagar una cuota de inscripción, que por lo general es alta, pero si uno logra convencer a un número de personas a cancelar la misma cuota, se puede ganar dinero. El problema con los sistemas de marketing piramidal es que matemáticamente el 90% de los miembros no va a encontrar gente debajo de sí que pague la cuota, porque hay un número limitado de personas en el mundo. Por eso, solo quienes están al inicio en una red piramidal pueden hacer dinero. Es un fenómeno similar al de las loterías. Es tan atractiva la posibilidad de hacerse rico con poco esfuerzo que resulta muy fácil sacarle dinero a la gente creando loterías. Por eso, la humanidad hace tiempo ya decidió restringir la operación de las loterías a los estados y destinar lo recaudado a obras benéficas. En EE.UU., por ejemplo, en el siglo XIX, los estados solían establecer “impuestos voluntarios” para construir hospitales o carreteras, y entre los aportantes se sorteaban premios. Era una excelente manera de recabar fondos y que la gente estuviese feliz de pagarlos. Los sistemas de marketing piramidal, aparte de ser engañosos por prometer riquezas que en la mayoría de los casos no vendrán, suelen ser ilegales porque se consideran competencia desleal a la obra social que llevan a cabo las loterías. El marketing multinivelHay empresas que trabajan con redes de mercadeo pero que no son prohibidas. Son las llamadas redes de multinivel o Multi Level Marketing (MLM). Según Wiki-how (de Wikipedia), no todas las MLM son honestas. Una MLM honesta genuinamente traslada sus ahorros en marketing y publicidad a sus consumidores al volverlos distribuidores. Pero también hay otras que se aprovechan de la falta de familiaridad del público con estos sistemas e inflan los precios de sus productos con la ficción de que uno recuperará el exceso pagado con las comisiones y bonificaciones. Voy a resumir los principales factores para determinar la confiabilidad de una red de MLM según Wiki-how y la Federal Trade Commission de EUA: (1) Si los productos son sobrevalorados o no; (2) Si para encontrar beneficio en estar en la red se necesita reclutar constantemente nuevos miembros; (3) Si las cuotas de inscripción son altas; (4) Si los productos de la compra inicial, en caso de requerirse una, tienen valor en sí; (5) Si las comisiones por traer nuevos miembros son mejores que las que hay por vender productos; (6) Si la organización utiliza métodos que impliquen algún tipo de adoctrinamiento mental, y (7) Si los miembros deben de pagar por los seminarios para conocer los productos. Cuando para ingresar a una red hay que pagar mucho dinero (en forma de cuota de afiliación, seminarios o consumo mínimo de productos), siempre hay la posibilidad de que no sea tan fácil recuperar lo invertido y conviene desconfiar. Hay gente creativa que inventa grandes productos pero que carece del capital para un emprendimiento usando los canales tradicionales de distribución. Si estas personas empiezan a usar el marketing multinivel y logran evitar la tentación de obtener dinero rápido usando métodos engañosos, este estilo de negocio podría llevar a la humanidad a un reordenamiento económico con insospechadas consecuencias en las próximas décadas. Más información en elcuartoojo.com