Estación Carchi, pueblo del cantón Mira, anhela que el ferrocarril vuelva a realizar recorridos.
El paso del tiempo es evidente en la Estación Carchi, un pueblo del cantón Mira otrora bullicioso y de gran movimiento por la actividad ferroviaria.
Hoy en el sitio reina el silencio y la desolación. Aunque los pocos habitantes se niegan a perder la esperanza de ver y escuchar nuevamente a las locomotoras.
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Es que Estación Carchi fue un paradero obligado para transportar personas y productos.
La actividad la originaban las comunidades asentadas en la cuenca del río Mira. Cuando funcionaba el tren los pasajeros que iban a San Lorenzo o Ibarra se bajaban un momento para degustar el caldo de gallina o fritada preparada por “mamá” Dolores, una mujer de raza negra que ya falleció pero que se la recuerda en esta comunidad.
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Con la paralización del tren las dos terceras partes de la población emigró y buscó otras tierras para vivir, principalmente Ibarra y Quito.
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Los que se quedaron conocen a través de la radio y la televisión del proyecto de rehabilitación del ferrocarril que impulsa el Gobierno y esperan que las obras lleguen a este sector.
La gente cuenta que ya nadie cocina en el lugar para los visitantes porque el pito del tren enmudeció desde que el río Mira se llevó los durmientes y cerca de dos kilómetros de línea férrea hace más de una década.
“Cuando salimos a Ibarra, compramos los diarios y allí se anuncia que la línea férrea se la está restableciendo en el sur y luego llegará al norte”, comenta Timoteo Padilla, quien vive en Estación Carchi y anhela que los viejos, que son mayoría en este pueblo, puedan morir viendo nuevamente al tren, al que según pobladores, contribuyeron para su construcción.
A este pueblo, de no más de 100 habitantes, entre abuelos y recién nacidos, llega con dificultad la señal de radio, pero la de televisión se complica aún más porque está ubicada en un cañón, cruzado por el río.
Sus pocos habitantes se niegan a perder la esperanza de ver restauradas las oficinas del tren y escuchar el rechinar de los pesados hierros.
Por eso aseguran que exigirán al gobierno de la llamada “revolución ciudadana” cumpla con restablecer la línea que está habilitada, en el norte, en el tramo Ibarra-Tercer Paso, cinco km antes de la Estación Carchi, aproximadamente.
Desde Tercer Paso hasta este pueblo, 2 km de línea férrea están totalmente desaparecidos.
Los propios pobladores proponen una solución al problema. Sugieren que la mesa para construir ese tramo se lo puede hacer junto a la carretera de tercer orden que sirve para ingresar a los poblados de Concepción, Estación Carchi, Santiaguillo, Santa Ana, La Loma, Chamanal, entre otras.
Aunque esperan que este gobierno les cumpla la promesa de rehabilitar el ferrocarril para que vuelva el progreso y turismo a este pueblo casi fantasma, aseguran no haber recibido la visita de ningún funcionario de la Empresa de Ferrocarriles o del gobierno para conocero el estado en el que se encuentra la línea férrea.
Los habitantes de Estación Carchi, como Salomón Chalá, aseguran que la rehabilitación del tren servirá para dedicarse a labores de agricultura y quema de carbón, principalmente.
“Con el regreso del tren podemos revivir al pueblo y no permitir que desaparezca”, comenta Chalá.
“La zona se reactivaría porque llegarían los turistas a disfrutar del paisaje y clima que tiene el sector”, acota.
Cultivos
Productos como el fréjol, caña y carbón serían más rentables, porque el costo del transporte bajaría.
Migración
Cuando se apagó el pito del tren también desaparecieron profesores, sacerdotes, médicos y todo funcionario público. No hay escuela, colegio, centro de salud ni iglesia para recibir a los feligreses.