“Lo que va a permitir (la exoneración de aranceles) es que haya una flexibilización en cuanto a la demanda, la oferta y la importación de productos (agrícolas)”, insiste el ministro de Agricultura, Walter Poveda.

Sin embargo, la iniciativa podría estar limitada por restricciones de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) en la exención de impuestos a bienes importados. Ello, según Poveda, solamente podría afectar al 10% de las partidas a las que se pretende liberar.

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De acuerdo con  Mauricio Peña, ex viceministro de Comercio Exterior, la CAN tenía establecido en sus acuerdos que los países miembros no debían eximir de impuestos a productos de terceros.

Pero desde hace más de un año y medio se autorizó la exoneración siempre y cuando el país notifique del hecho al resto de los miembros, explica Peña, lo cual ha permitido que existan dos procesos de liberación de gravámenes a insumos agrícolas. “El Ecuador tiene un mecanismo aprobado por la CAN en donde se le permite y autoriza liberar de aranceles la importación de productos de terceros países, pero lo debe notificar a los países miembros”.

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Para  Carlos Estarellas, ex subsecretario de Relaciones Exteriores, el país debería plantear cualquier problema con la prohibición a exenciones arancelarias en el seno de la CAN para que se reformen los convenios, en este caso, debido a la crisis alimentaria mundial.

“Lo que debería hacer el Ecuador es plantear dentro de la CAN esta situación para que se le levanten estas restricciones”, dice Estarellas, quien destaca que el secretario general, Freddy Elhers, como ecuatoriano, puede viabilizar de mejor manera el tema.

La directora de la carrera de Comercio Exterior de la Universidad Católica de Guayaquil, Teresa Alcívar, defiende los subsidios para el sector agrícola debido a la posibilidad de una hambruna mundial. Aunque estas medidas deben estar acompañadas de la organización interna de los mercados. Ello, porque el agricultor resulta ser el menos beneficiado de las ayudas que otorga el Estado.

Peña sugiere facilitar y agilizar los trámites de importación de insumos agrícolas y establecer canales directos de abastecimiento hacia los productores. “Hay un problema serio en la cadena de distribución de insumos agropecuarios ya que se producen incrementos de precios bastante exagerados que van entre el 50 y el 60% de un eslabón a otro”, dice.