Lo de los cambios que quieren hacer a los símbolos patrios ecuatorianos no es que se olvidó. Lo que pasó fue que la mentalizadora dijo que no era idea suya, y ahí quedaron las opiniones, pero la ponencia sigue planteada, no se le ha dado de baja en la Asamblea.
Cuidado el día de mañana nos sorprenden con el mandato ya oficial; por lo mismo seguimos vigilantes, diciendo no a la “sabia” idea; que ni se les ocurra hacerla realidad porque los ecuatorianos eso no se los vamos a permitir.
Cristina Peña,
Quito
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El Escudo de Armas no significa cualquier cosa, representa el proceso ocurrido desde la proclamación de la Independencia de Guayaquil, el 9 de Octubre de 1820, hasta cuando fue presidente de la República el general Eloy Alfaro, en 1900.
Esta maravillosa obra de arte fue efectuada por don Pedro P. Traversari, él logró representar la belleza y grandeza de nuestro país después de la liberación.
El Escudo consta de un óvalo dentro del cual se halla uno de los más extraordinarios paisajes del Ecuador. El cóndor que lo corona, con sus alas abiertas listo para lanzarse contra el enemigo, es emblema de poder, valor y pujanza. El cielo azul destaca el imponente Chimborazo, la más alta montaña de los Andes; desde sus nieves plateadas se desprende un río cuyas aguas se ensanchan rebosantes entre la exuberante vegetación, es el Guayas, símbolo permanente de unidad nacional entre la Sierra y la Costa, simboliza la hermandad de todos los ecuatorianos.
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El sol de oro está en el centro de la bandera con los signos del zodiaco representando a aries, tauro, géminis y cáncer, correspondientes a los meses de marzo, abril, mayo y junio, lapso que duró la lucha contra el general Juan José Flores, quien se mantenía por la fuerza en el poder. Las ramas de palma y laurel recuerdan la paz y las glorias de la nación; los haces consulares, la dignidad republicana con el triunfo. Un barco de vapor surca la parte ancha del río, es una alusión al primer barco de vapor construido en la costa del Pacífico, en los astilleros de Guayaquil, en 1831, y tiene por mástil un caduceo, símbolo de la navegación; juntos simbolizan los medios de locomoción, la paz y el comercio que se desarrollan en el país.
El Escudo descansa en un lío de haces consulares, emblema de la autoridad republicana. Cuatro banderas nacionales rodean el Escudo, símbolo universal de la dignidad republicana. El Escudo de nuestro país representa la gloria, el triunfo y las riquezas. No podemos cambiarlo. ¿Dónde queda lo que siempre hemos aprendido, el amor y el apego a nuestro país? Provocaría un desengaño en todas las personas que se han sentido identificadas por generaciones con nuestros símbolos patrios. Como las perfectas palabras del Himno a la Bandera: “...Nos guía la justicia y el derecho, marchemos al encuentro de la historia: vivir con libertad, morir con gloria será nuestro ideal, ¡patria inmortal! Levantemos con fe la Bandera, rutilante divisa de honor, es la sangre de nuestras fronteras ¡Ecuador! ¡Ecuador! ¡Ecuador!”.
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Daniela Contreras Jiménez,
colegiala, Guayaquil
Cuando los habitantes de un país han reconocido que sus símbolos patrios poseen trayectoria en la historia, fundida en unidad de espíritu cívico forjado a través del tiempo con esfuerzo de autoridades, maestros, estudiantes, obreros, padres de familia, logran identificarse con los mismos, amarlos, respetarlos y llorar de emoción cuando miran su Bandera, Escudo o escuchan su Himno Nacional en otro país.
Pero nos quieren cambiar lo que no deben cambiar. Los símbolos patrios siempre han sido y serán de todos los ecuatorianos; no pueden quitar lo establecido en la historia que representa la trilogía nacional que está en los altares patrios.
Recuerden que el cóndor que corona el Escudo es el emblema de poderío, valor, coraje de cada ecuatoriano; pero claro, como ya está en extinción y es un ave de la Sierra, lo quieren quitar del Escudo. También pretenden cambiar las ramas de olivo y laurel por la de chuquiragua. ¿Eso solucionará los problemas sociales que se agudizan en el Ecuador, entre ellos la pobreza, falta de trabajo, aumento de la delincuencia, la salud para miles de compatriotas que no tienen seguro y la educación...? Por favor, asambleístas, no se metan con los símbolos patrios que son de todos. No pueden tildar de obsoleto un símbolo patrio, sin conocer la reacción de cada ecuatoriano
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Roosevelt Barros Morales,
doctor, Guayaquil
¿Cuándo trabajará la Asamblea en asuntos vitales para el país?
Xavier Peralta,
Milán Italia