Me cambié de domicilio y como la Corporación para la Administración Temporal Eléctrica de Guayaquil (Categ) ya no hace traslado de medidor, al mismo aparato que ocupó el anterior inquilino se le cambió el nombre del usuario y solucionado el problema para la empresa. Pero aquí viene la injusticia que comete hacia uno:
Hace tres meses fueron inspectores a revisar los medidores donde yo vivo, para mala suerte –como sucede siempre– el justo paga por los podridos en corrupción; se llevaron el medidor que tengo para dentro de quince días traerlo y dejarlo colocado; pero para mi sorpresa en este mes me llegó la factura por 138 dólares, con la descripción de que “yo” lo había “manipulado”. Cuando me trajeron el aparato no me dieron una citación para yo haber ido a hacer mis reclamos e investigación.
¿Por qué no le hicieron eso al propietario de la casa, él es el que tiene las llaves del cajetín de los medidores y es responsable de lo que hayan “hecho” en los medidores? Ningún inquilino puede ser adivino para sospechar que el medidor que le asignan a su departamento tiene problemas. Ojalá que la Categ en el futuro cambie esta política.
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Cuando uno va a hacer el cambio del medidor deberían revisar si es que ese aparato está funcionando bien y obligar que se lo arreglen.
José Sánchez Mackliff,
periodista, Guayaquil