Partidos políticos en Nepal votaron este miércoles la abolición de la centenaria monarquía del reinado en el Himalaya, una demanda clave de los maoístas luego de que pusieron fin a una guerra de 10 años contra el Gobierno.

Delegados reunidos en una asamblea especial decidieron la abolición de la monarquía hindú de 239 años con 560 votos a favor frente a sólo cuatro en contra.

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Horas antes, supuestos seguidores de la monarquía lanzaron tres bombas pequeñas de fabricación casera en la capital de Nepal dejando a una persona herida.

El Gobierno pidió al impopular rey Gyanendra que desalojara el palacio real, una pagoda de techo rosa situada en la capital Katmandú, dentro de dos semanas o lo sacará a la fuerza.

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Gyuanendra ha hecho pocos comentarios sobre sus planes futuros, aunque ha afirmado que quiere permanecer en Nepal.

Luego de escuchar el resultado de la votación, miles de personas bailaron en las calles de Katmandú, muchos de los cuales ondearon banderas de diferentes partidos políticos y corearon " bienvenido a la República!".

El Gobierno declaró los próximos dos días de feriado nacional.

"Hoy es el día en el que mis sueños se han hecho realidad así como tal vez también se han realizado sueños similares en toda la nación", dijo el Primer Ministro, Girija Prasad Koirala, en un discurso en la asamblea.

Activistas del grupo militante Ranabir Sena, que está a favor de la monarquía, lanzaron panfletos en el lugar donde se registró una de las explosiones el miércoles a través de los cuales demandaron el mantenimiento de un reinado hindú en Nepal, dijo la Policía.

Dos bombas explotaron a sólo pocos metros de la fuertemente custodiada sede de la asamblea, mientras que otra fue lanzada en un parque de la ciudad.

Durante todo el día, miles de nepalíes se reunieron en lugares históricos de Katmandú y cerca de la sede de la asamblea, rodeados de policías antimotines, para celebrar el fin de la monarquía vista por muchos de sus habitantes como irreal.

"Vamos a celebrar el nacimiento de una república con una gran fiesta", sonaba desde un altavoz en el techo de un taxi.