Con una misa matutina oficiada por el arzobispo Vicente Cisneros; la venta de los dulces en el parque Calderón y otras plazas; la adoración vespertina del Santísimo en la Catedral de la Inmaculada; y, la fiesta nocturna con banda de pueblo, quema de castillos y otros juegos pirotécnicos se inicia hoy la fiesta del Corpus Christi.
La nostalgia por ver cómo las tradiciones cuencanas se pierden ante el comercio y la industria que paulatinamente eliminan las artesanías, gastronomía y el uso de las casas del centro histórico, motivó a Nidia Vázquez a combinar su labor como maestra de Lengua y Literatura con la investigación.
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Hace 30 años, Vázquez empezó a golpear las casas de sus vecinas, las panaderas de El Vado, un tradicional barrio que se caracterizaba porque en cada casa de adobe había un patio central, una huerta y un horno para cocer pan con el principal combustible, la leña.
Esa visita tenía como objetivo recopilar cada una de las recetas de los mestizos, tuyanas (pan de dulce con queso), costras, rodillas de Cristo, enquecillados y otros nombres con los que bautizó, la creatividad cuencana a las masas horneadas, que además tenían formas originales.
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Esa misma melancolía y contrariedad al observar que la fiesta de Corpus Christi, que la Iglesia católica celebra entre mayo y junio, según el calendario romano eclesial, empezó a perder ingredientes especiales de tradición la llevaron a auscultar su origen.
Vázquez asegura que la celebración religiosa llegó con los españoles durante la colonia y que se impuso a la fiesta del Inti Raymi, que las culturas aborígenes realizaban en la misma fecha y que tenía relación con el solsticio de verano.
La adoración de la cruz, símbolo cristiano que en el caso de los católicos representa al amor de Cristo, es el principal rito de la celebración que se realiza en medio de rezos, letanías, cánticos de arrepentimiento, pero también se mezcla con la alegría de los pueblos.
“En cada pueblo del Ecuador la celebración tiene matices propios, solo en Cuenca se realiza exactamente como la realizaban los españoles y los criollos hasta mediados del siglo XX", asegura la investigadora.
El legado de los antepasados está seguro ahora en una publicación que el Centro Interamericano de Artes Populares (Cidap) realizó del trabajo de Vázquez, al igual que la investigación del pan y las comidas típicas de Cuenca y el Azuay.
DETALLES
Recetas secretas
Las formas de elaborar los dulces de Corpus, al principio privilegio de los conventos, fue la parte más difícil de la investigación, pues según Vázquez cada persona tenía un secreto y todos mezclaban los ingredientes al cálculo.
Cambios en dulces
Los dulces también sufrieron un mestizaje, ya que el maíz, producto endémico de los Andes y la harina que los indios sacaban de este intervino en su elaboración y a los turrones de Andalucía, hostias, alfajores, suspiros de monjas se sumaron las pucañahuis o caritas rosadas y kusingas en honor a una amante de un personaje famoso de la región.