Ella tiene novio, un policía, y es hija de otra cholita (indígena) y de un desconocido.

Según su creador, Rolando Valdez, su personaje refleja a las indígenas y mestizas con atuendo típico, “no tiene contenido político y muestra el afán de pedir mediante el cómic la unidad del país”. En una escena, la Supercholita refleja como niños al presidente Morales y a los nueve prefectos de Bolivia agarrados de la mano por “un camino oscuro y peligroso”.