Después de su popular ‘Dandy’ en Hasta que la plata nos separe, Lincoln Palomeque se roba el show por partida doble en una nueva telenovela colombiana. Llegar al sitio de grabación tomó más de una hora en una estrecha buseta del equipo de producción, en un miércoles antes del feriado de Viernes Santo, donde todo Bogotá parecía estar escapándose sobre ruedas del ruido citadino. Pero en la esquina de un centro comercial en un terreno baldío había luces, carpas improvisadas, equipos de rodaje y la parafernalia usual de la producción de una costosa telenovela de la cadena RCN. Allí en el camerino no estaba la dupleta protagónica, pero sí el galán. Sentado frente al espejo con una maquilladora retocando su faz, con heridas y contusiones, él no disimulaba la sonrisa cuando vio una edición de La Revista donde apareció hace algunos meses cuando la telenovela Hasta que la plata nos separe cautivaba al público ecuatoriano. “Sí, el Dandy me ayudó muchísimo para lo que estoy haciendo ahora, me vio mucha gente y la novela tuvo excelentes críticas en todas partes”.En lo que Lincoln se halla ahora podría ser la oportunidad de su vida. Bajo la dirección de Mario Rivero, realizador de grandes éxitos televisados, incluyendo Betty la fea, Lincoln es el protagonista junto a la juvenil Manuela González (de Los tacones de Eva) de una de esas historias que han ubicado a la industria de la televisión colombiana en la punta de lanza de las telenovelas latinoamericanas. Aquí RCN ha hecho una apuesta considerable: Novia para dos se desarrolla en el ambiente de la industria de la construcción y el primer escenario es la estructura de un edificio real que se va edificando mientras suceden las mil aventuras de sus protagonistas.Y Lincoln es el protagonista por partida doble, pues encarna a dos hermanos gemelos. Uno es el arquitecto famoso con una novia despampanante (Manuela, lastimosamente ausente en esta grabación) pero con un serio problema de adicción. El otro es el hermano que descubre en su trabajo en la obra y que es la contraparte social, un albañil que viene de los estratos más humildes. “Como que siempre tuve presente que este momento iba a llegar, después de muchos trabajos de coprotagonista”, dice el actor. “Es como un regalo de Dios: un protagónico con dos personajes que requieren una madurez actoral donde he aprendido mucho”.Este joven de 30 años parece nunca perder la sonrisa, a pesar de una extenuante agenda de grabaciones de lunes a sábado de más de catorce horas diarias. “La presión es fuerte porque tengo que estar siempre concentrado en cada cosa. Ahorita estamos preparando una bronca terrible entre los dos hermanos y yo tengo que filmar la pelea dos veces en los dos personajes, porque siempre peleo con un doble de cada uno”.Una novela de RCN en el horario estelar requiere elementos muy complejos. La dosis de comedia está allí, pero también ese realismo social que ha diferenciado los guiones de los típicos culebrones o “lloronas” de otras latitudes. Lincoln se nota orgulloso de su largo peregrinaje laboral. “Nunca se me había ocurrido ser actor, hasta que hice unas pequeñas obras de teatro en el colegio”, dice. “Ni siquiera soñaba en esto. Llegué a Bogotá para estudiar en la universidad y de hecho me gradué en Administración de Empresas con énfasis en Finanzas. Pero sentía que algo me faltaba, especialmente cuando acompañaba a un amigo actor a sus ensayos en un teatro y allí, bueno, terminaron maquillándome y dándome un papelito. Así comencé”.La novela ha estado en producción por más de seis meses. Al hacer la entrevista, estaba a punto de ser estrenada. Los nervios por los ratings es el pan comido ante todo el equipo, pero para Lincoln el éxito no es el punto final. “Uno renuncia a muchas cosas, cada noche llego cansadísimo y ya no hay nada de rumba porque a las cinco estoy otra vez de pie. Lo chévere es enamorarte de tu profesión, meterle todas tus ganas, toda tu dedicación a cada momento, inclusive a los detalles más pequeños. En esto me ayuda mucho mi director, Mario Rivero”.Lincoln acababa de romper con Catherine Porto, su novia de algunos meses y la bellísima actriz que lo acompañó en Hasta que la plata nos separe. No parecen existir otros intereses a más de la agitada vida en el set. “A la medianoche cumplo 31 años”, añade sonriendo. ¿Nada de rumba cumpleañera? “¡Qué va! Mañana me embarco cuatro días a Orlando con mis hermanos y sus familias, la vacación perfecta". (C.A.Y.)Novia para dos se estrena el martes 6 a las 20:30 por TC.