“Es una enfermedad de contagio familiar, progresiva e incurable. Mi esposo era bueno, pero se convirtió en un ogro”, recuerda Natalia (nombre protegido), quien a los 20 años de casada fue abandonada con sus cuatro hijos por su esposo alcohólico.
Publicidad
“Es una enfermedad de contagio familiar, progresiva e incurable. Mi esposo era bueno, pero se convirtió en un ogro”, recuerda Natalia (nombre protegido), quien a los 20 años de casada fue abandonada con sus cuatro hijos por su esposo alcohólico.
Publicidad
¿Tienes alguna sugerencia de tema, comentario o encontraste un error en esta nota?
Los canarios son terceros con 38 puntos uno más que su rival de turno.
Publicidad