40 años cumple la rebelión estudiantil-obrera que se inició en París.

La entrada de la policía en la Sorbona el 3 de mayo de 1968 para desalojar a unos 300 estudiantes, reunidos para protestar contra el cierre de otra universidad, la de Nanterre (afueras de París), fue la chispa que prendió el movimiento que hace 40 años sacudió a la sociedad francesa y recorrió otros continentes. Era la rebelión contra el orden establecido.

Las grandes manifestaciones, protestas y huelgas tuvieron lugar entre el 3 y el 30 de mayo, pero su origen está en las reformas universitarias de 1967, que no contentaron a nadie.

 Un grupo de estudiantes de la Facultad de Letras de la universidad de Nanterre,  dirigido por Daniel Cohn-Bendit,  Dany el Rojo,  convocó a la movilización y aprobó un programa de reformas educativas y de exigencias políticas radicales.

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Cerrada su universidad y detenidos algunos de sus dirigentes se trasladaron a la Sorbona, se enfrentaron a la policía en el Barrio Latino y pidieron ayuda a todos los sindicatos estudiantiles y obreros.

Las protestas se multiplicaron, el centro de París se llenó de barricadas y en la noche del 10 de mayo la policía lanza un asalto masivo para intentar recuperar el control. En el choque resultaron heridas más de mil personas, y en respuesta, los sindicatos principales convocaron una huelga general para el día 13.  El seguimiento fue desigual, pero a la manifestación de París acudió más de un millón de franceses. Las reivindicaciones estudiantiles se eclipsaron y los sindicatos convocaron nueva huelga general e indefinida a partir del 17 que esta vez sí paralizó el país.

El mítico mayo del 68 fue, según uno de sus más emblemáticos líderes, el ahora eurodiputado Verde Daniel Cohn-Bendit, el lanzamiento de una generación, la del  baby boom  de la posguerra, “a la conquista de las libertades”.

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Cuando decayó la fiebre de mayo del 68, el orden se restableció. El general De Gaulle ganó cómodamente las legislativas francesas en junio. Los blindados soviéticos dieron por terminada la primavera de Praga en agosto. Richard Nixon fue elegido presidente de Estados Unidos en noviembre.

¿Qué queda del mayo del 68? Para muchos, ese movimiento, con lemas como “la imaginación al poder” o “prohibido prohibir”, tuvo importantes consecuencias sociales y políticas en Francia en los años siguientes y ha extendido su influencia hasta nuestros días.

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Para otros, como cita el escritor español Felipe Sahagún en el diario  El Mundo,  la imaginación no llegó al poder, ni las guerras dejaron paso al amor. “La derecha vivió mayo del 68 y, en buena medida, lo sigue viviendo como un caos pasajero que conviene olvidar”, señala el escritor.

Sin embargo, gran parte de la izquierda, como recuerda uno de los principales dirigentes de la movida, Alain  Touraine, sigue viéndolo como la semilla de la que han germinado muchos de los mejores avances sociales de los últimos 40 años: la liberación de la mujer en el mundo desarrollado, el protagonismo creciente de la sociedad civil, la consolidación de los derechos sindicales.

Para el socialista Henri Weber, el balance es importante: “Es la libertad de contracepción y del aborto, la autoridad parental conjunta sobre los hijos, la posibilidad para las mujeres de abrir una cuenta bancaria sin la autorización previa del marido, el derecho a la igualdad profesional entre hombre y mujer”.

En otros países
PARALELAMENTE

En EE.UU.
El movimiento estudiantil francés tuvo su paralelismo en EE.UU., donde los movimientos contraculturales beatnik y hippie enviaban, desde principios de los sesenta, mensajes en favor de la vida comunitaria y en contra de la mentalidad burguesa. Con ello confluyó el movimiento por los derechos civiles nacido en el sur de EE.UU., cuyo líder, Martin Luther King, fue asesinado en abril de 1968.

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Primavera de Praga
Con el triunfo, en enero de 1968, de Alexander Dubcek sobre el presidente checoslovaco Antonin Novotny, nació el movimiento aperturista conocido como Primavera de Praga, y que a finales de los años sesenta trató de instaurar un “socialismo con rostro humano” en Checoslovaquia.

En México
En 1968, en México, un movimiento estudiantil generó las movilizaciones más grandes en el siglo XX en la historia de ese país.