El origen de este fenómeno se halla sobre todo en factores internacionales, como lo advierten varias organizaciones, incluyendo la FAO. Asimismo influyen los efectos terribles de la época de lluvias.

Pero a las autoridades locales les toca la responsabilidad de dar respuestas efectivas a esa tendencia inflacionaria que nos llega principalmente del exterior.

La orientación inicial del Gobierno fue la de insistir en subsidios y controles oficiales; pero pasan los días y el problema continúa, lo que nos obliga a recordar que la única solución eficaz, sobre todo cuando de alimentos se trata, es incentivar la producción. Allí está el meollo del asunto.