Es lamentable que personas viles y sin escrúpulos se aprovechen de nuestros sueños y esperanzas.

Tal como pasó con la agencia de viajes Rania Tours, mi esposo y yo nos vimos afectados por otra agencia que nos dejó botados en Venezuela cuando intentábamos viajar al país de mi esposo, Portugal. Sin tener para comer y con un frío aterrador nos dejaron a nuestra suerte.

Que estos casos sirvan de algo para hacer conciencia de la manera cómo muchas agencias proceden.

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Gabriela Pazmiño de Duarte,
Guayaquil

No es la primera vez ni será la última que “empresarios” turísticos engatusan a la gente, la llenan de ilusiones, huyen con el botín y dejan burlados a los turistas.

Ya no sé cuántos escándalos han ocurrido de este tipo y se siguen dando como prueba de que las autoridades no hacen controles a  estos negocios  para ver si operan bajo todas las normas oficiales. Lamentable.  No solo asaltan con pistola en las calles en este país, sino en oficinas  de seudonegocios de turismo. 

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Grace de Hidalgo,
Quito