El parlamento español aprobó este viernes la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno para un segundo mandato de cuatro años, con los retos de reparar una alicaída economía, el conflicto con ETA y con escasos aliados en la legislatura.
Rodríguez Zapatero, cuyo Partido Socialista ganó las elecciones generales del 9 de marzo pero sin alcanzar mayoría absoluta, no logró los 176 votos necesarios en la primera votación del martes, por lo que fue necesario una segunda aunque necesitada de mayoría simple esta vez.
Publicidad
Rodríguez Zapatero fue el primer líder político desde la restauración de la democracia en España tras la muerte del general Francisco Franco en 1975 que necesitó una segunda votación para lograr la investidura.
De los 350 legisladores que forman el Congreso de los Diputados, la cámara baja del parlamento, recibió 169 votos, los de sus diputados socialistas, frente a 158 en contra -la mayoría de ellos de los 154 representantes del opositor Partido Popular (PP, conservador)- y 23 abstenciones, principalmente de los partidos nacionalistas catalanes y vascos, como estaba previsto.
Publicidad
Los diputados socialistas se pusieron en pie y aplaudieron cuando el presidente del Congreso anunció los resultados, y luego acudieron a su escaño para felicitarle.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Zapatero ganó las elecciones legislativas del 9 de marzo con el 43% de los votos y 169 escaños, frente al 40% de los votos y 154 escaños del PP.
Que el presidente del gobierno sea elegido en una segunda votación no perjudicará a su Ejecutivo, que gobernará en solitario y buscará apoyos en los demás partidos para aprobar leyes en el Congreso.
Zapatero, que fue elegido por primera vez en 2004, reiteró antes del voto del viernes su voluntad de "buscar el acercamiento de posiciones (...) para llegar a acuerdos en asuntos de Estado con todos los grupos".
Y reclamó la "colaboración singular de la primera fuerza de la oposición", el PP, para acordar temas de estado como "trazar una estrategia antiterrorista para terminar con ETA", acordar la composicón de los órganos de justicia y preparar la presidencia española de la Unión Europea (UE) en 2010.
"Interpretamos las abstenciones como una puerta abierta para el encuentro" con los partidos nacionalistas regionales, manifestó por su lado el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso.
El nuevo gobierno no tendrá "ningún reparo en buscar acuerdos con otras fuerzas políticas sobre temas de Estado", "acuerdos puntuales sobre asuntos concretos" y sobre otros "asuntos generales", agregó.
Lo que viene
Rodríguez Zapatero prometerá el cargo este sábado ante el rey Juan Carlos y luego anunciará la composición de su gabinete, que se reunirá por primera vez la próxima semana.
El líder socialista presidirá un gobierno minoritario que necesitará el respaldo del Partido Popular, el mayor de la oposición con 154 diputados, o los de las formaciones nacionalistas y de extrema izquierda como en la anterior legislatura, en casos puntuales para poder gobernar.
El respaldo de los partidos nacionalistas vascos y especialmente los catalanes, entre ellos Izquierda Republicana de Cataluña, hizo que el PP le acusara de estar supeditado a sus socios, que le exigieron onerosas concesiones, a cambio de sus votos.
En los comicios del 9 de marzo los socialistas obtuvieron cinco bancas más que hace cuatro años, por lo que Rodríguez Zapatero rechazó formular concesiones antes de la investidura, sabedor de que sería confirmado en una segunda ronda sólo con los votos de sus diputados en caso necesario.
Rodríguez Zapatero encara una empeorante situación económica en España, que hasta hace poco fue la envidia del resto de Europa por su crecimiento y oportunidades económicas. Sin embargo, la crisis de la vivienda, el principal motor en la última década, y la crediticia a nivel global, han planeado al nuevo gobierno nuevos y urgentes retos.
El Fondo Monetario Internacional dijo esta semana en un informe que el producto bruto interno español crecerá este año apenas un 1,8%, frente al 3,8% en el 2007. Rodríguez Zapatero prometió esta semana a los parlamentarios que adoptará un plan urgente de estímulo económico, acelerando las obras públicas de infraestructura, pero sin dar detalles.
Su otro caballo de batalla es el proscrito grupo vasco ETA, con el que intentó entablar una negociaciones políticas que concluyeron en un atentado dinamitero y el asesinato de dos inmigrantes ecuatorianos en el madrileño aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre del 2006. Posteriormente los etarras asesinaron a dos guardias civiles en Francia y la víspera de los comicios a un ex concejal socialista en la aldea guipuzcoana de Mondragón.