En la parroquia Calderón, Portoviejo, hay un caso por familia, según fuentes de Salud.
Por caminar descalzas sobre la tierra o bañarse en el río. Las razones que provocaron que el virus de la leptospira se aloje en el organismo de las hermanas Gema (19) y Selena Aragundi (12) aún son desconocidas.
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Su madre, María Parra, solo repite lo que le dijeron los médicos. “En algún momento tuvieron contacto con la orina de ratas o animales domésticos”, cuenta la progenitora, quien vive a pocos metros del único subcentro de salud de la parroquia Calderón de Portoviejo.
Esta zona, plagada de sembríos, bosques, riachuelos y caminos pedregosos y lodosos, se ha convertido también en un sitio propicio para la proliferación de casos de leptospirosis.
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La enfermedad apareció con fuerza en 1998, desde cuando al menos se ha registrado un caso del mal en cada una de las 290 familias que integran el sitio rural Las Balsas de Calderón.
Durante lo que va del 2008 ya se han registrado 54 casos de leptospirosis en Portoviejo, de los cuales 45 se presentaron en Calderón, según la Dirección Provincial de Salud.
A esa cantidad se suman unos 40 más que ya reciben tratamiento para combatir el mal, con lo que el número de afectados sube a 85, solo en la parroquia Calderón.
La enfermedad se ha vuelto un problema endémico de este poblado, cuyos habitantes conviven con los infectados.
Iris Mendoza, directora provincial de Salud, afirma que se aplica un programa de tratamiento colectivo, profiláctico y preventivo dirigido a reducir la incidencia de la enfermedad.
“Es necesaria la prevención para evitar que la enfermedad se convierta en una epidemia colectiva”, asevera Mendoza.
La iniciativa incluirá el reparto de botas entre la población, debido a que la fuente de la leptospirosis se ubica en la orina o excrementos de ratas o animales domésticos que pululan por los sitios rurales.
La funcionaria admite que urge la realización de un estudio para determinar las razones que coadyuvaron para que la leptospirosis se convierta en un problema en la localidad.
La idea es detectar los caldos de cultivo del virus, para eliminarlos y así detener la enfermedad. “Hemos solicitado ayuda extranjera”, expresa Mendoza.
La facilidad con que se propaga es otra razón que incide en el incremento de los casos.
Algunos pobladores ya conocen casi de memoria los pormenores del tratamiento. “La eliminación del mal le corresponde a las familias en las que se presenta el caso. Todos deben recibir tratamiento, incluidos los no contagiados”.
La Dirección Provincial de Salud repartió medicamentos la semana pasada para inmunizar a los pobladores, aunque ellos piden que se ejecute una campaña para erradicar los nidos de ratas en la zona.
ENFERMEDAD: Población afectada
Síntomas
La leptospira produce dolor de cabeza, fiebre alta, dolores musculares, decaimiento y vómito. La piel se torna amarillenta, por lo que a veces suele confundirse con la hepatitis.
Tratamiento largo
Según especialistas, el tratamiento para erradicar el virus dura un año, pero muchos afectados lo siguen unos meses y dejan de tomar los medicamentos, hasta que vuelven a recaer.
Prevención
El afectado debe emplear utensilios propios para comer y hay que colocar cloro en la taza del baño después de hacer las necesidades.