Los piratas que el viernes se apoderaron del lujoso velero francés "Le Ponant", con sus 30 tripulantes a bordo, seguían su trayectoria hacia una zona costera al este de Somalia, mientras que el gobierno francés anunció el domingo un primer "contacto" con los asaltantes.
 
"Hemos establecido contacto y el asunto podría ir para largo", declaró a una radio el canciller francés, Bernard Kouchner. "Hay que intentarlo todo para que no se derrame sangre", añadió el Ministro.
 
Preguntado sobre si Francia estaba dispuesta a pagar una recompensa a los piratas, Kouchner respondió: "Ya veremos".
 
El velero es seguido a distancia por un buque de la Armada francesa, "Commandant Bouan", declaró el ministro de Defensa, Hervé Morin.
 
"Disponemos de informaciones que indican que los piratas se dirigen hacia la zona costera de Garaad, donde creo que tienen un lugar para resguardarse", declaró vía teléfonica Abdullahi Said Aw Yusuf, un responsable de la administración de Eyl, una localidad situada al norte de Garaad.
 
"Son piratas bien armados de la región (semiautónoma) de Puntland, y no pueden ir mucho más lejos que Garaad. Van a quedarse entre aquí y Garaad", añadió Aw Yusuf.
 
Garaad se sitúa en el extremo sur de Puntland, al este del país, una región semiautónoma desde 1998, bañada por las aguas del Océano Indico.
 
El armador del yate, CMA-CGM, dio por primera vez noticias de la tripulación y pasajeros: 22 franceses y el resto ucranianos.
 
"Tan sólo sabemos que están bien, sanos y salvos", declaró una portavoz.
 
"La compañía nos dijo que la tripulación estaba siendo bien tratada, que estaban juntos", dijo por su lado la madre de uno de los marinos, Valérie Garrec.
 
Las costas somalíes son conocidas como una de las zonas con mayor presencia de piratas, que asaltan a los navíos para apoderarse de sus cargamentos u obtener rescates a cambio de la liberación de los tripulantes.
 
"Le Ponant" es un velero de lujo de 88 metros de eslora, con capacidad para 64 pasajeros. Tenía previsto realizar un crucero a finales de abril entre Alejandría (Egipto) y La Valeta (Malta), según el armador, basado en Marsella (sur de Francia).
 
Los secuestros en alta mar en Somalia suelen ir acompañados de una petición de recompensa, una vez que el navío está en lugar seguro para los asaltantes.