Poblados como Anchayacu y Chillaví, en el cantón Eloy Alfaro, estuvieron a punto de desaparecer hace seis años por los desbordamientos de los ríos Santiago y Cayapas. Pese al peligro reinante en esos lugares solo se ha tomado la decisión de reubicar a uno de  ellos, que  es Anchayacu, con una población de  80 familias.

En  1994 ocurrió una creciente similar del río Santiago y desaparecieron  38 viviendas, ubicadas en el recinto Camarones, a pocos kilómetros del estero San Vicente.

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 Sus habitantes, por sus propios medios evacuaron la zona y se trasladaron al poblado Boca de María, donde actualmente habitan.

El gobernador de Esmeraldas, Nell Mendieta, dijo que la decisión de reubicar no solo al caserío Estero Vicente sino a por lo menos otras ocho comunidades se la debe adoptar en coordinación con el municipio de Eloy Alfaro, que es la entidad que debe facilitar los terrenos.

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“No va a ser fácil, son decenas de poblados que están a la orilla. A esas personas les gusta vivir ahí por la facilidad que tienen para sacar sus productos por el río”, añadió Richard Mina, alcalde  de Eloy Alfaro.