Una de las denuncias en contra del funcionario, por parte de los representantes de los empleados de la Superintendencia, es que Arellano contrató los servicios de Vera por más de 300 mil dólares, a pesar de que la entidad cuenta con un departamento jurídico.

Entre los casos por los cuales Arellano contrató a Vera están los recursos de amparo presentados por el Banco de Descuento y diario El Telégrafo.

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“Cuando el doctor Arellano asume la Superintendencia se encuentra con que el edificio donde funciona la entidad en Guayaquil (antes Banco de Descuento) ya lo había perdido y que el Banco de Descuento había presentado otra demanda, que estaba  a punto de perder, por daños y perjuicios por 20 millones de dólares, en esa circunstancia es que contrata los servicios del estudio Vera-Páez”, indicó Vera.

El 14 de marzo se recuperó el edificio y en el caso de diario El Telégrafo se logró que el Estado también lo tomara como mayor accionista, puntualizó.

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“¿Qué querían?, que se perdiera el edificio, que el Estado perdiera El Telégrafo”, cuestionó Vera, quien añadió que la Superintendencia, a pesar de tener un departamento jurídico, perdía todos los juicios.

Según Vera, a pesar de que la ley faculta cobrar hasta el 5% de honorarios, su estudio ha cobrado, en cada caso, menos del 1% frente a los beneficios que la Superintendencia ha recibido.