Helicópteros artillados y cazabombarderos F-16 abrieron fuego este viernes contra una pista aérea clandestina en un paraje remoto del estado Apure, como parte de una misión que busca destruir unos 157 terrenos utilizados por narcotraficantes en zonas fronterizas.

Las autoridades venezolanas, acompañadas de periodistas, dijeron que la mayoría de esas pistas se ubican al sur del poblado apureño de Elorza, a unos 500 kilómetros al sur de Caracas.

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Esa región, cercana a la frontera con Colombia, fue descrita por el comandante estratégico operacional, general Jesús González, como   desolada e inhóspita.

En la primera fase de la operación, que se extiende hasta el martes, serán destruidas unas 90 pistas.

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La destrucción de pistas para las fuerzas armadas no es una novedad, dijo el jefe castrense a la prensa el viernes.

Nosotros hemos venido trabajando en esta operación de destrucción de pistas en todo el territorio nacional desde hace tiempo, de hecho en lo que va de año ya hemos inhabilitado en esta zona 67 pistas, indicó.

Estamos llevando adelante esta operación para reafirmar la convicción y el compromisos de nuestra fuerza en la lucha contra el flagelo de la droga, agregó el general.

González señaló, además, que las próximas semanas estará funcionando permanentemente un radar de fabricación china para combatir el tráfico de drogas y ampliar los sistemas de control y vigilancia al sur del país.

El nuevo radar es parte de un nuevo sistema que busca mantener un control permanente de aeronaves sospechosas de tráfico de drogas.

Las autoridades adelantan la instalación de casi una docena de sistemas de radares con los que esperan superar las deficiencias que habían en la vigilancia costera desde hace cuatros años después que Estados Unidos desactivó unos radares que había arrendado a Venezuela.

La cooperación antidrogas se ha visto afectada tras la suspensión en el 2005 de los convenios entre Venezuela y la agencia antidrogas estadounidense (DEA).

Estados Unidos ha denunciado desde entonces que el tráfico de droga por Venezuela se ha incrementado en los últimos años debido a la falta de cooperación de sus autoridades para combatirlo, señalamiento que ha sido descartado por el gobierno venezolano.

Chávez rompió a mediados del 2005 con un acuerdo con la DEA, alegando que algunos de sus miembros estaban implicados en   infiltraciones de inteligencia que amenazaban la seguridad y defensa del país. Washington rechazó las alegaciones.

Venezuela está al lado del mayor productor de drogas del mundo (Colombia), y al frente del mayor consumidor (Estados Unidos) y en consecuencia nosotros asumimos la responsabilidad de trabajar contra el narcotráfico y minimizar el transito de las drogas ilícitas que podrían pasar por nuestro territorio, expresó el coronel Néstor Reverol, presidente de la Oficina Nacional Antidrogas de Venezuela (ONA).

Venezuela, por su proximidad a Colombia, es considerado como uno de los puentes más importantes para el transporte de la droga hacia los Estados Unidos y Europa.

De acuerdo a cifras de la ONA, durante el 2007 se incautaron en Venezuela 57,5 toneladas de diversas drogas.