Las autoridades de Kansas presentaron cargos contra Kory McFarren por maltrato al retener o permitir que su pareja estuviera sentada durante dos años en la taza del inodoro de su casa, tras lo cual podría quedar inválida, según medios locales.

McFarren, de  37 años, llamó en febrero a la oficina del alguacil para informar que a su novia, Pam Babcock, de  35, le pasaba algo raro. Al llegar al domicilio, la policía encontró a la mujer sentada en el inodoro, con los músculos atrofiados de no moverse y pegada a la taza, dado que le surgieron úlceras y estas causaron que la piel se le adhiriera a la tapa.

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El fiscal de la ciudad de Ness, en Kansas, Craig Crosswhite, afirmó que  el cargo de maltrato de un adulto dependiente  era el adecuado para la situación, señaló la cadena CNN.

La policía calcula que la mujer llevaba allí sentada unos dos años. Posiblemente dormía en el inodoro y su novio le llevaba comida y agua.

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Los  servicios de urgencia tuvieron que arrancar el asiento de la taza con una palanca y que la mujer fue llevada a un hospital con la tapa unida.

McFarren dijo a las autoridades que su pareja tenía miedo de salir del baño y que así perdió la noción del tiempo y habrían pasado unos dos años.

El acusado afirmó que le había  aconsejado en repetidas ocasiones que saliera del baño, a lo que  ella le respondió “a lo mejor mañana”.

“De lo único que soy culpable es que no la ayudé antes”, dijo recientemente a la prensa local McFarren, quien tiene que comparecer ante  el juez en abril.

Los médicos de un hospital de Wichita, Kansas, adonde fue llevada la mujer, dijeron a McFarren que una infección en las piernas de la mujer había dañado sus nervios, algo que le podría dejar en una silla de rueda.

Babcock está todavía internada en el centro asistencial y por el momento se desconocen las razones que la llevaron a instalarse en el inodoro.