Ayer Carlos Castro (Barcelona) posó para las fotos. Le dio un beso a su hermano Michel (Deportivo Quito) y lo tomó de la mano para salir de la práctica realizada en la Escuela Militar Eloy Alfaro.
Michel, de 19, cuenta que creció bajó la tutela de su hermano y que de él aprendió la profesión del fútbol. Carlos, de 29, lo niega por humildad, aunque el zaguero torero se hizo cargo del lateral chulla cuando el progenitor de ambos murió y su madre viajó al extranjero para radicarse en otro país.
Publicidad
“Desde chiquito supo escuchar consejos. Hoy le digo que la vida deportiva es muy corta y que la tiene que aprovechar al máximo”, relata Carlos.
Los dos recuerdan a Eduardo Castro, su padre, jugador chulla y militar. “Nuestro padre, que falleció, desde el cielo está muy orgulloso”, dicen.