La primera autoridad de la región Costa expresa que fue su “olfato” el que le permitió tomar ciertas medidas, sobre el temporal de lluvias, aunque un poco tarde, ya que nunca recibió información técnica.
La falta de comunicación entre los organismos que producen conocimiento científico y quienes toman decisiones políticas y técnicas ha sido uno de los principales factores que han incidido en las catástrofes y desgracias que está provocando el actual invierno en el país.
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Así lo expresa la ministra del Litoral, Carolina Portaluppi, quien reconoce que cuando se obtuvieron las primeras informaciones del Inamhi, ya la estación lluviosa y sus estragos devastadores se habían presentado.
“El problema es que ha existido un divorcio entre esos organismos y las autoridades que toman las decisiones”, dice la primera autoridad de la Costa, quien fue reprendida públicamente por el Primer Mandatario, ante las quejas de los damnificados porque la ayuda y atención no llega rápido.
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Otro gran problema, según Portaluppi, es que “cosas tan elementales como la información, que se vuelve crucial para tomar decisiones rápidas, han sido muy precarias”.
Todo ello, explica, se debe también a que la institucionalidad pública no ha estado preparada para la emergencia. Ahora, indica, los esfuerzos del Gobierno están concentrados en dar respuesta a la ayuda humanitaria.
Usted fue encargada del Ministerio del Litoral en diciembre, ¿tenía alguna información sobre el invierno?
Yo vengo de una experiencia de seis años de trabajar en Oxfam, entonces de algún modo tenía un cierto olfato sobre estos temas y cuando asumí el ministerio empecé a trabajar para que a inicios del 2008 pudiéramos preparar un programa que tratara el problema de gestión de riesgos en el Litoral; y en eso vinieron las primeras lluvias y mi olfato me decía que algo teníamos que hacer. Llamé a Camilo Samán (gobernador del Guayas), y entre el 18 y 19 de enero tuvimos la primera reunión del COE (Comité de Operaciones de Emergencia) provincial, enseguida llamé a los otros gobernadores, me dieron información y decidimos pedirle al Presidente (Rafael Correa) que decretara la emergencia; lo hizo el 31 de enero y se asignaron 10 millones de dólares, posteriormente a mediados de febrero el nivel de lluvia aumentó significativamente y se produjo una crisis humanitaria, que es cuando el nivel de la amenaza crece tanto y el nivel de vulnerabilidad de la gente es tan alto que la capacidad de respuesta queda corta. Fue cuando se firmó un nuevo decreto que amplió la emergencia, y se creó el estado de excepción y movilización nacional.
¿No llegó muy tarde la ampliación de esa emergencia?
Bueno, realmente no teníamos información de los organismos que producen conocimiento científico, el primer día que estuvieron con nosotros fue cuando a mediados de enero se reunió el COE Provincial, que fue cuando la estación de lluvias había empezado y ya se presentaban los efectos; ese día el Inamhi nos dijo que tenían unos modelos de predicción del clima de corto tiempo, es decir que ahora tenemos el pronóstico hasta marzo, pero igual, si nos hubieran dado un pronóstico entonces hubiera sido relativamente tarde.
Después de ver los problemas que han surgido, ¿qué información necesitaba usted para planificar acciones?
Hubiera sido útil tener información sobre el clima, sobre posibles escenarios. El problema es que hay una especie de divorcio entre los organismos que producen conocimiento científico y quienes toman decisiones políticas y técnicas.
Es decir, nunca hubo información para usted.
Ahora ya, pero el problema es que también la institucionalidad pública no ha estado preparada, el país es pequeño pero altamente expuesto a desastres naturales y, sin embargo, hay cero gestión de riesgos. Esto, por ejemplo (coge un mapa donde están señaladas con rojo las zonas más inundadas del Litoral), me llegó hace una semana, a través de un amigo mío que trabaja en Ginebra en una institución que hace soluciones de fotografía satelital para desastres. Esto es muy útil, porque sobre este mapa puedo hacer rutas de distribución de donaciones, montar infraestructura vial, de salud y tomar decisiones.
Las emergencias en el país han partido de la percepción de la necesidad, pero no de un diagnóstico, y en ese sentido no ha habido un estudio específico sobre los problemas en la infraestructura que provocan desbordamientos, cambio de cauces, etcétera. ¿Corpecuador no funcionó?
Hay varias cosas que contribuyen a lo que estamos viviendo, hay un alto nivel de deforestación en la región, no hay manejo de cuencas hidrográficas, la mayoría de los asentamientos urbanos populares están en zonas de riesgo, hay prácticas agrícolas depredadoras, hay falta de enfoque de prevención, falta de inversión en mantenimiento y reparación de infraestructura; hay un cúmulo de factores que ha provocado la situación que estamos viviendo.
Pero en este momento toca la respuesta.
Nos toca la respuesta humanitaria, pero luego tenemos que encarar en serio y definitivamente la rehabilitación desde un paradigma totalmente distinto. Muchas amenazas difícilmente se pueden controlar, pero sí se puede reducir el nivel de vulnerabilidad de la gente y toda la acción del Gobierno nacional y de los gobiernos seccionales debería estar enfocada a eso.
¿Ha contado usted con recursos técnicos, económicos de apoyo en general para enfrentar la emergencia?
Si el Estado, el viejo Estado en épocas normales es lento, burocrático, boicoteador, en época de emergencia ese viejo Estado colapsa porque tiene que tomar decisiones inmediatas y a nosotros nos ha tocado desafiar a ese Estado.
¿Cuál es el plan para el próximo mes y medio que quedaría de invierno?
Enfocarnos en la respuesta humanitaria y eso tiene cuatro componentes: el primero es salvar vidas y proteger socialmente a la población, eso implica tareas seguras de evacuación y rescate; el segundo es proteger la infraestructura física y evitar que la gente se quede aislada; el tercero tiene que ver con la recuperación temprana de los medios de vida de la población, y en eso contemplamos la creación de empleo temporal hasta abril o mayo, y que luego puedan empezar a recuperar sus actividades productivas. Y el cuarto punto es fortalecer los niveles de coordinación y capacidad de los COE para que la ayuda se canalice a través de estas instancias, porque lo peor que puede ocurrir es que en situación de emergencia esa energía y solidaridad se disperse, se duplique y no sea eficaz.
A propósito, ¿por qué la ayuda del Gobierno no ha llegado ni con la oportunidad necesaria ni a todos los sectores donde, incluso, sí llega la ayuda de particulares? Es más, el Presidente le llamó a usted la atención por las quejas de damnificados que áun no reciben ayuda. ¿Por qué se dan esas cosas?
Porque cosas tan elementales como la información, que se vuelve crucial para tomar decisiones rápidas ha sido muy precaria; nosotros lo que hemos hecho es activar equipos, que se llaman de evaluación de daños y necesidades, que deben evaluar rápidamente lo que ocurre en un lugar para ver lo que necesitan, pero lograr eso desde el nivel más pequeñito desde un recinto, una parroquia o una provincia no es tan fácil; créame que en algunos lugares donde la ayuda de particulares ha llegado a veces también ha duplicado esfuerzos. Yo lo único que pido a la gente es que cuando quiera ayudar coordine con el COE cantonal o provincial, porque aunque no son perfectos, son los únicos referentes que tenemos.
Perfil
Carolina Portaluppi
EDAD
Guayaquileña, 44 años
FUNCIONES
El 9 de diciembre del 2007 asumió el Ministerio del Litoral. Antes, en este mismo gobierno, fue subsecretaria de Finanzas.
ACTIVIDAD
Es catedrática universitaria. Fue representante para Ecuador de la organización internacional Oxfam, cuyo objetivo es el desarrollo social de países pobres. Es también socia fundadora de la Cooperativa de Ahorro y Crédito Detodas, que financia microcréditos a mujeres.
LITERATURA
Es poetisa y ha publicado libros.