Austriacos y suizos, a pesar de su indiferencia de los últimos meses, comienzan tímidamente a apasionarse por la Eurocopa 2008 de fútbol cuando faltan cien días para el inicio de la competición que organizan estos dos países.
Las últimas cifras han supuesto un bálsamo para los temores de los organizadores. Más de 645.000 austriacos y 765.000 suizos solicitaron en las recientes dos semanas las entradas que sus respectivas federaciones nacionales han puesto a la venta.
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La elevada demanda “muestra hasta qué punto los austriacos se alegran con la llegada de la Eurocopa”, manifestó el presidente de la Federación de este país, Friedrich Stickler, subrayando que con el volumen de peticiones realizadas se podría llenar “trece veces” el estadio Ernst Happel de Viena, donde se disputará la final.
Para dar un empujón más a la pasión de los hinchas por el fútbol, los organizadores, patrocinadores y autoridades se han volcado a fortalecer la publicidad en esta última semana.
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TRES EMBAJADORES
El canciller austriaco, Alfred Gusenbauer, nombró hace varios días a tres ex jugadores, estrellas del equipo nacional, Toni Polster, Hans Krankl y Herbert Prohaska, como “embajadores austriacos de la Eurocopa 2008”, que tendrán como misión la representación y difusión del evento.
En el otro país organizador, la Federación de fútbol lanzó recientemente la iniciativa ‘Suiza se mueve’, con la que se pretende asegurar la “euforia” en esta cuenta atrás antes de que el balón ruede en los estadios.
10.000 FIRMAS
Sin embargo, un grupo de aficionados reunió recientemente 10.000 firmas en las que se pedía una renuncia voluntaria a la participación de Austria en el torneo, con lo que su plaza quedaría para un combinado considerado un peso pesado de Europa, por ejemplo, Inglaterra, que no se clasificó.
Esta petición tiene como motivo la debilidad de la selección austriaca, que ocupa el puesto 84 en la clasificación de la FIFA y que solo debe su íntervención a su condición de anfitrión.