Gustavo Gorriti afirma que se salvó de morir por intervención de EE.UU. y España.

El periodista peruano Gustavo Gorriti, ex corresponsal del diario español El País, afirmó ayer que la intervención de los gobiernos de España y Estados Unidos permitió poner fin a su “detención clandestina” en 1992, luego del autogolpe de Estado del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000).

Gorriti fue interrogado ayer por el juicio que le sigue la Corte Suprema desde el pasado  10 de diciembre por las matanzas de Barrios Altos y la Universidad La Cantuta (1992), y por los secuestros en  1992 de Gorriti y del empresario Samuel Dyer.

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El periodista recordó que había investigado, desde  1983, las actividades ilícitas de Vladimiro Montesinos y que se sorprendió cuando en la elección de  1990 supo de su vinculación con el candidato Fujimori.

Montesinos fue “estratega de la defensa” del capo del narcotráfico Reinaldo Rodríguez López, así como de altos jefes policiales implicados en este delito, remarcó el periodista.

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Gorriti dijo que el día después del golpe de Fujimori, ocurrido el  5 de abril de  1992, su casa fue intervenida a las  03:00 y que oficiales vestidos de civil con armas de guerra, lo llevaron a la sede del Servicio de Inteligencia del Ejército sin documentos que ordenaran su captura.

Señaló que aunque era una detención clandestina, que “se mantuvo en absoluto secreto”, sus captores no tomaron en cuenta que el diario El País se movilizó “con total rapidez y energía” al igual que el Gobierno de España y EE.UU., pues Bernard Aronson, ex subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, compañero de estudios en Harvard, pidió a los miembros de la CIA que “movieran sus resortes”.

Agregó que el jefe de la Dirección Contra el Terrorismo, general Antonio Ketín Vidal, le contó que “Montesinos había insistido a gritos que se le tenía que acusar de terrorismo”.