Los 36 guias penitenciarios apelaron la decisión del Consejo Nacional de Rehabilitación Social (CNRS) que dejó insubsistentes sus contratos, después de que se detectó que en el concurso de merecimientos y oposición algunos presentaron documentos falsos, y además, tienen antecedentes penales.
Entre los guías que fueron excluidos por las autoridades existe personal que labora en la Penitenciaría del Litoral, de Guayaquil; y en el penal García Moreno, en Quito. Uno de ellos, que prefirió la reserva de su nombre por temor a que su solicitud no sea atendida por las autoridades, aseguró que en su récord policial aparecen antecedentes penales debido a que de su custodia fugó un reo.
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Sucedió el 12 de diciembre del 2005, cuando él y tres compañeros llevaban desde Quito al detenido Vicente Calixto Quevedo Delgado, alias Cali, a una audiencia en Guayaquil. Y en la vía a Daule, a la altura de Palestina, fueron interceptados por cerca de 20 cómplices del detenido que –fuertemente armados y a bordo de cuatro vehículos– los obligaron a entregarles al reo. A lo cual accedieron para precautelar sus vidas.
Por este hecho las autoridades penitenciarias lo sancionaron con tres días de prisión. Desde entonces el guía tiene antecedentes y eso le imposibilita a seguir en la institución.
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“Fue mientras estaba en el ejercicio de funciones y en cumplimiento del trabajo, no porque he sido ladrón”, aseguró el guía, quien –pese a sentirse inocente– teme que su apelación y argumentos no sean escuchados por la comisión, puesto que es posible que solo se considere la conclusión y no se analicen los motivos por los cuales se los ha sancionado.
Una historia similar la experimentó otro trabajador, pero él prefirió salir del sistema penitenciario antes de este concurso. Aseguró que para entrar hay compadrazgo y palanqueo. “Si no tiene conocidos no entra”, expresa, pero también prefiere no identificarse porque si en algún momento para la corrupción latente, le gustaría volver a buscar un trabajo como guía.
El sistema funciona así, “a mí me pidieron (no precisó quiénes) que les diera 1.000 dólares, pero yo no les entregué porque no tenía dinero y tuve que irme”, refiere el ex guía.
Esperan saneamiento
Un dirigente de la Asociación de Trabajadores Penitenciarios de Pichincha, que prefiere el anonimato, se muestra satisfechos con la depuración que el ministro fiscal Washington Pesantes ha dicho que el CNRS hará dentro de la institución.
El funcionario no se explica cómo los guías ingresaron al sistema penitenciario, si se supone que durante el proceso de selección de personal se debió detectar todas las irregularidades posibles. Denuncia que en el proceso hubo anormalidades. Ese gremio pide que las autoridades realicen las investigaciones para que la institución recupere su buen nombre.
Aunque no se precisó quiénes conformarán la comisión que analizará las apelaciones que presentaron los 36 guías penitenciarios que fueron despedidos, se conoció que todos los documentos se revisarán desde este jueves.
Cifras
1.138
Guías tiene la Dirección Nacional de Rehabilitación Social, para los cuales cada mes se destinan $ 15’617.000 del presupuesto general, que es de $ 32’474.112.
36
Guías de los 377 que participaron del último concurso de merecimientos y oposición, presentaron documentos falsos, además, fueron ex reos o cuentan con antecedentes penales.
$ 858,99
Gana un guía por unas 120 horas de trabajo mensual. Según la DNRS, el sueldo básico es de $ 90, más un bono por riesgos de $ 418, horas extras $ 350,99.
Washington Pesantes
FISCAL GENERAL
“La corrupción en el sistema es pavoroso. Debe existir una elemental disciplina de los funcionarios para continuar con el trabajo”.