Los conjueces de la Segunda Sala lo condenaron por el delito de narcotráfico.
El conjuez de la 2ª Sala de lo Penal de la Corte Superior de Quito, Pablo Ortiz, ratificó la condena de 25 años de prisión en contra de Jorge Hugo Reyes Torres, como autor del delito de narcotráfico.
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La Corte lo sentenció por liderar una banda dedicada al ilícito.
Además, condenó a doce años de reclusión a Ramiro Reyes Torres, Miguel Gómez Rueda, Guillermo Cartes Ibáñez y Darwin Loor Anchundia, por el mismo caso.
La defensa de Reyes Torres apeló la sanción impuesta y el juicio subió a casación, porque la resolución no fue unánime en la Corte Superior de Quito, y la Corte Suprema de Justicia (CSJ) definió el valor jurídico de este fallo.
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En esa sentencia un conjuez de la Corte Superior de Quito emitió un voto salvado (que no concuerda con los otros), pues aducía que no existían pruebas suficientes que demostraran la culpabilidad de Reyes Torres.
En esa época aseguró que “se lo acusa de ser el cerebro de la organización delictiva, pero en su contra no hay más pruebas que la declaración del también procesado Eduardo Lagos”.
Este hombre fue apresado el 26 de noviembre del 2001, cuando conducía el vehículo donde se encontraron, según la Policía, 72 kilos de cocaína.
En la segunda declaración Lagos se retractó y señaló que lo dicho era falso. Según el conjuez, el testimonio de Lagos no es válido jurídicamente, porque es parte del proceso.
Por ser coautor confeso Lagos recibió una pena modificada de seis años. La ley dice que las resoluciones que en materia penal resuelva el juez de menor rango se tienen que consultar a la CSJ.
Reyes Torres no conoce sobre esta aclaración. Desde el sitio de reclusión, en el penal García Moreno, aseguró no tener abogado. “A uno nadie lo defiende y si pide una defensa le quieren cobrar millones y yo no tengo ni para comer”, sostuvo.
Él tiene antecedentes desde 1978, cuando el colombiano Guillermo Marín, detenido en Carchi, dijo que Jorge Reyes le vendió 35 paquetes de pasta de cocaína y que el pago se hizo a través de un giro desde la casa de cambios Édgar Imbacúan, en Tulcán, a su nombre. En ese entonces se inició un juicio por narcotráfico, pero la causa prescribió a los diez años.
Reyes fue detenido en 1992 y fue sentenciado a 14 años por ser autor intelectual y material de tráfico de drogas. Otros 14 años le dieron por la muerte de Iván Martínez, presidente de la Corte Superior de Quito.