Texas, de cuyos centros nocturnos con desnudistas surgieron personalidades como la fallecida modelo Anna Nicole Smith y tantas otras, está a punto de hacer un poco más caro el ver mujeres sin ropa haciendo acrobacias.

En lo que muchos han denominado coloquialmente como el   impuesto del tubo, Texas requerirá que sus alrededor de 150 centros de desnudistas cobren un impuesto de cinco dólares por cliente, que será destinado en su mayor parte a las víctimas de violación. La aplicación del impuesto entrará en efecto el primer día del 2008.

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Los dueños de los centros nocturnos y algunos de los clientes reconocen que el impuesto será destinado a una causa noble, pero afirman que es contrario a su derecho constitucional a la libertad de expresión, que llevará a algunos establecimientos a la bancarrota y que relaciona injustamente a este sector de empresas con los delitos sexuales.

Estaremos bien. Ya hemos dejado de anunciarnos y estamos aumentando nuestro costo de entrada. Pero esto va a eliminar a algunos de los clubes más pequeños, dijo Dawn Rizos, quien maneja The Lodge, un sitio inspirado en el escritor Ernest Hemingway que tiene cabezas de animales exóticos en los muros y suele llenarse al terminar los partidos del equipo de fútbol estadounidense Vaqueros de Dallas en el cercano Texas Stadium.

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Los centros nocturnos de desnudistas han presentado una demanda en un intento por bloquear el impuesto, que de acuerdo con las autoridades generará más de 40 millones de dólares al año, según estimaciones basadas en la venta de licor. Las estimaciones indican que cuando menos ocho millones de personas irán a esos lugares a ver mujeres desnudas haciendo acrobacias en un tubo.

Los sectores que apoyan la aplicación del impuesto dicen que no quieren cerrar los centros nocturnos, ya que ello significaría que las víctimas de delitos sexuales contarían con menos ayuda económica.

Este es un sector que emplea principalmente a mujeres y les da la oportunidad de reunir fondos para un delito que afecta a las mujeres, dijo la legisladora estatal demócrata Ellen Cohen, quien promovió la iniciativa, aprobada por el congreso estatal en mayo.

Me han dicho que la entrada a esos lugares puede costar 10, 15 dólares. No creo que cinco dólares más impidan que alguien vaya, dijo Cohen, presidenta de un centro de ayuda a la mujer que recibiría fondos gracias al nuevo reglamento.