La compañía chilena Cencosud compró la totalidad de las acciones de la tienda de supermercados Wong en 500 millones de dólares, en una operación que más allá de su valor económico tiene un fuerte impacto emotivo en Perú pues la empresa adquirida siempre ha sido considerada como un símbolo de la peruanidad.
Tras meses de rumores sobre la venta de Wong, la operación fue anunciada el domingo en Lima por el gerente de operaciones de la compañía peruana, Efraín Wong, y de Horst Paulmann, presidente de Cencosud, quienes se reunieron posteriormente con el mandatario peruano, Alan García para dar cuenta del negocio realizado.
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El grupo peruano, por su parte, se convertirá en uno de los principales accionistas de Cencosud con la compra de 49,7 millones de acciones (cerca del 2,5%). Con la transacción, Wong se transformará en el tercer mayor accionista individual de la compañía chilena.
El presidente peruano Alan García, tras saludar la compra de los supermercados Wong por Cencosud, dijo que "para mi es indicador importante que en el 2008 en el Perú el consumo va aumentar".
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"Esto muestra como se está viendo desde afuera, hay mucho interés en el mundo por el mercado nacional, porque saben en el 2008 el consumo va a aumentar", precisó.
La venta de Wong fue saludada por economistas, que consideran que es la entrada de una empresa privada al negocio internacional de los supermercados.
Pero tanto en los medios como en el sector político hubo un rechinar de dientes por la venta de este emporio -fundado en 1942 como una humilde bodega y que se ha convertido en un conglomerado de 48 tiendas que dan trabajo a 10.000 personas- considerado un modelo de buen servicio y un valor peruano por excelencia.
El economista Carlos Adrianzen consideró que es buena noticia para el Perú esta operación pues significa más inversión para el país. Adicionalmente consideró como una buena idea el hecho de que Erasmo Wong continúe como presidente del conglomerado, tal como se confirmó el domingo.
Por su parte el economista Alejandro Indacochea señaló que ésta es una "operación de fusión y consolidación estratégica, donde el grupo Wong, a cambio de la venta, pasa a tener una participación importante en el grupo Cencosud. Esta es la diferencia con una venta común y corriente".
Consultado sobre la sensibilidad que puede producirse por el hecho de que una empresa chilena controle una empresa tan enraizada en Perú, indicó que "sin duda ese es uno de los puntos neurálgicos, el choque de las culturas distintas. Acá la decisión es que Wong se siga manejando como Wong", señaló destacando que para él lo más importante ver como "una empresa familiar empieza a tener una participación internacional".
En cambio Carlos Ferrero, quien fue primer ministro en el gobierno de Alejandro Toledo, se mostró totalmente contrario a la operación.
"Esto es la continuación del proceso de chilenización de la economía peruana, que probablemente nos convierta poco a poco en una colonia chilena", señaló este lunes el ex ministro.
"Lo que los chilenos aspiran es a controlar la economía para que ese control de la economía les permita una influencia política. Ellos agarran todo y no dan nada", señaló.
"Lamento mucho que la familia Wong, tan emblemática dentro del comercio, haya aceptado este propuesta que nos despoja a los peruanos de algo que era muy nuestro y que ahora está en manos de Chile, al igual que las farmacias, todo el transporte aéreo principal, el transporte marítimo y parte de las tierras que se están comprando", indicó.