La antigua vía a la costa divide al recinto, cuyos habitantes quieren ser parroquia.
Luego de la creación de la provincia de Santa Elena, el recinto Cerecita quedó dividido por la vieja vía a la costa entre la nueva jurisdicción y Guayas.
Pero la incertidumbre entre sus pobladores continúa pues no saben a qué provincia pertenecen, ya que los nuevos límites dividen al recinto en dos.
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Actualmente, Cerecita recibe apoyo e infraestructura por parte de Guayas y Santa Elena. Sin embargo, el déficit de servicios básicos en el recinto todavía es evidente.
Este pequeño poblado, cuya economía se basaba en la venta de productos comestibles a las personas que pasaban por la antigua ruta hacia los balnearios (antes que haya la variante), hoy sobrevive con de los insumos agrícolas.
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Germania Apolinario mira con preocupación el futuro. Ella dice que pese a haber nacido en el cantón Santa Elena, después de décadas de trabajo en Cerecita se siente “guayaquileña de corazón”.
Ella, al igual que otros moradores de este recinto, no quieren que –por la creación de la nueva provincia de Santa Elena– su localidad quede dividida en dos y que el límite sea justamente la vieja vía a la costa.
Apolinario, abogada, dueña de una despensa e integrante del Comité Pro Mejoras, dice que lo más justo para Cerecita es que sea una sola.
Ajenos a esta preocupación y sin importarles de límites, dos barrenderos de la empresa Vachagnon, concesionaria del aseo de Guayaquil, cumplen su labor en toda la zona urbana del recinto, situado a 52 kilómetros del Puerto Principal.
“Yo no tengo problemas en limpiar aquí o al frente, sea de Guayaquil o Santa Elena”, dice uno de los limpiadores.
En efecto, dentro de la ley de creación de la provincia de Santa Elena los límites del cantón Santa Elena con Guayaquil llegan hasta la antigua vía. Del margen derecho (en el sentido hacia Salinas) corresponde a Santa Elena, a través de la parroquia Chanduy; y del lado izquierdo, en la misma orientación, pertenece a Guayaquil, bajo la jurisdicción de la parroquia Progreso.
Esta localidad es conocida por la preparación de humitas, papas rellenas, chocolatines y otras delicias que son de gran demanda entre quienes van de paso a los balnearios de la Península, aunque las ventas cayeron drásticamente desde hace dos años cuando fue abierta la autopista a la Península y los carros dejaron de pasar en gran medida por la antigua ruta.
Sus pobladores aseguran que de no ser por ser el comercio de insumos agrícolas y ser el principal punto de abastecimiento de una serie de comunas aledañas estarían condenados a la extinción, como ocurre con otros poblados ubicados en la vieja vía a la Península.
La obra a Cerecita ha llegado de Guayas y Santa Elena. Aunque muchos moradores coinciden en señalar que casi la totalidad de las mejoras provienen de la primera.
En esta localidad, de unos 3.400 habitantes, la obra más visible es la regeneración de la vía principal. Estos trabajos fueron ejecutados en el 2004 por la Municipalidad porteña.
Otras obras de importancia, según los pobladores, son el mercado hecho por el cabildo guayaquileño, así como la escuela Carlos Camacho, levantada por el Consejo Provincial del Guayas.
De igual manera, los pobladores reciben el agua potable a través de Interagua, concesionaria de este servicio en Guayaquil, y la luz se la provee la Empresa Eléctrica Península de Santa Elena (Emepe).
Luciano Mendoza se siente agradecido por estas obras que han “redundado en el desarrollo de Cerecita, pero teme que la ayuda guayaquileña ya no llegue al lugar luego de la provincialización de Santa Elena”.
Por ello, desde 1995 el Comité Pro Mejoras de Cerecita “lucha” para que se apruebe un proyecto de parroquialización que contemple todo el territorio de Cerecita dentro de la jurisdicción del cantón Guayaquil.
“Creemos que es la oportunidad para que el alcalde (Jaime) Nebot apruebe esta propuesta”, manifiesta el comerciante Jimmy Pezo.
No obstante, Cecilio Quimí, presidente de la comuna Bajada de Chanduy, opina lo contrario. Él considera que las obras deberán llegar del Municipio y del nuevo Consejo Provincial de Santa Elena a la parte de Cerecita que le corresponde por ley a la nueva provincia.
El dirigente reconoce que se han realizado mejoras en Cerecita gracias a la gestión municipal guayaquileña, pero sostiene que ellos también han conseguido, aunque con limitaciones, servicios de luz, agua, salud y educación de las autoridades de la parroquia Chanduy, de Santa Elena, a la que pertenece su comuna creada hace más de 70 años.
No obstante, los contrastes son notorios entre las comunas Bajada de Chanduy y Cerecita, a las que las separan menos de 2 kilómetros.
En la primera priman las calles polvorientas y abandono, mientras que en la segunda el movimiento comercial es intenso y la mayoría de sus calles tienen asfalto.
Quimí asegura no oponerse al desarrollo pero sentencia que hay que respetar la ley, pues “los límites están dados”.
Propuestas
Ante esta situación el alcalde de Santa Elena, Dionisio Gonzabay, reconoce que hay preocupación por la división territorial de Cerecita.
La autoridad dice estar consciente de que Guayaquil le ha dado obras a Cerecita y por eso –afirma– ha podido constatar que los pobladores de esa zona se sienten en su gran mayoría como guayaquileños.
“Yo soy demócrata y no podemos exigirles a ellos que sientan algo que no nace”, dice Gonzabay, quien ve dos alternativas para solucionar este problema: una, que se los convoque a una consulta y que ellos decidan a qué jurisdicción desean pertenecer; y la otra, que se entable un diálogo con el alcalde Jaime Nebot a fin de llegar a un acuerdo formal y que Cerecita sea reconocida como guayasense en todo su territorio.
Sobre esto el alcalde Jaime Nebot dice no conocer sobre el tema y espera analizarlo para emitir un pronunciamiento. “No estoy familiarizado del asunto y no me gusta hablar de lo que no sé”, indicó el pasado jueves tras una sesión del Concejo Cantonal.
Por lo pronto, Gonzabay pide paciencia a los habitantes de Bajada de Chanduy y de la parte de Cerecita que les corresponde porque dentro del presupuesto municipal del 2008 contemplan obras de desarrollo para esa zona.
Asimismo se comprometió a gestionar obras de vialidad para este sector limítrofe del sur de Santa Elena ante el nuevo Consejo Provincial de Santa Elena, que será elegido por votación popular en marzo del 2008.
Servicios
Cerecita cuenta con dos escuelas, dos colegios, un subcentro de salud, un policlínico, una dependencia del Innfa, una oficina de la Empresa Eléctrica de Santa Elena, una academia artesanal, un mercado y dos CAMI (Centro de Atención Municipal Integral). El Comité Pro Mejoras dice que tienen la infraestructura para ser parroquia.
Actividad
Las principales actividades de los habitantes son agricultura, comercio y mano de obra de construcción.