Desde 1998 más o menos, esta concha ha sido vendida por los medios como un “manjar gastronómico”, un “afrodisiaco”, y como un referente turístico-cultural. El resultado de esta publicidad es que la concha hoy se extingue ampliamente a lo largo de nuestras costas, vergonzosamente, con mayor velocidad en las costas del Parque Nacional Machalilla, un área marina protegida (al menos en papel) desde 1979.
Usted quizás se preguntará ¿es la concha spondylus un manjar gastronómico? ¿Y qué marisco al ajillo, al vino, asadito o en salsa de maní no lo es? ¿Será un afrodisiaco? Igual cosa. ¿Es un referente turístico? Claro que sí: la vemos en los museos, las tumbas, las estampillas y en nuestra historia. Sin olvidar que las cosas en los museos y los restaurantes generalmente están muertas, pregúntese ¿cuál es la huella ecológica que dejó su elección en el menú? Sé que el estómago no tiene conciencia, pero hoy le escribo a lo que está más arriba de los hombros.
Esta concha es un molusco que demora mucho en madurar sexualmente, probablemente unos 12 años y vive más de 100. Comerla, en cualquier plato típico, por delicioso que este sea, es un billón de probabilidades menos de que como especie vuelva a poblar los lechos marinos.
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Al momento, el Programa de Manejo de Recursos Costeros, en colaboración con el Centro de Investigaciones Marinas de la Espol se encuentran desarrollando tecnología pionera para la cría en cautiverio de larvas de concha spondylus princeps con el propósito de ayudar a municipios costeros a restaurar el equilibrio dentro de áreas que garanticen protección. La demanda por esta concha sigue en aumento porque la gente ignora que su consumo es insostenible. Para suplir la demanda, la extraen ahora de la península de Santa Elena y de Machalilla hacia el norte.
Si llegan a venir, igualmente les invito a que disfruten del amplio menú de delicias culinarias dadas por la fusión entre Manabí y lo que hasta ayer fue Guayas sin necesidad de tocar una spondylus!
¡Que su regalo al mar sea no comer Spondylus!
Mónica Fabara,
Blga., Puerto López, Manabí