Es necesario que ahora que se comienza a enderezar la administración del Consejo de Aviación Civil y la DAC; y que han permanecido por décadas al servicio de intereses personales mezquinos al progreso de nuestro país, estas tomen las decisiones pertinentes para que cumplan con lo dispuesto en nuestras leyes o sufran las sanciones que tuvieron que aplicarse antes, pero como las autoridades permanecieron distraídas en sus inmorales componendas, nunca se preocuparon por nosotros quienes sí hicimos patria con nuestro esfuerzo y trabajo.

Orlando Izurieta Cisneros,
Lic. Ec., Guayaquil