Desde tempranas horas de la mañana se fueron agrupando de a poco en el lugar aficionados del intérprete y de la música ecuatoriana.
Temas como Nuestro juramento, Guitarra y otras melodías se escucharon. Entre canción y canción el grupo de bohemios tomó copitas de aguardiente; algunos con varios tragos demás también continuaron en la cita.
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Alrededor de ellos se aglomeraron personas que fueron a visitar otras tumbas, pero se detuvieron por unos minutos en el camino. “Es que es inevitable cantar a nuestro ruiseñor Julio Jaramillo”, aseguró Lola Carrillo, quien dijo que estaba de ‘mirona’ del espectáculo.
Y aunque hubo presencia de efectivos de la Policía Nacional y de guardianía privada en el camposanto, las serenatas en la tumba del conocido ruiseñor de América continuaron hasta la tarde.
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En el Cementerio General la visita a las últimas moradas de personajes famosos también es otra práctica en el Día de los Difuntos, en donde las tumbas de los futbolistas son las más concurridas, según la administración del camposanto.