El triunfo de la peronista Cristina Kirchner fue por mérito propio pues más allá de ser la esposa del presidente Néstor Kirchner, es una dirigente política, senadora y tiene una carrera política propia. Así lo resaltó esta mañana el analista político argentino Edgardo Mocca.
La candidata oficialista Cristina de Kirchner, una peronista socialdemócrata, fue elegida ayer como la nueva presidenta de Argentina y sucederá a su esposo Néstor Kirchner, según los primeros datos oficiales.
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Mocca, quien es catedrático de la Universidad de Buenos Aires, señaló que Argentina es una sociedad compleja y exigente, por lo que "no puede ser llevada de las narices por una dinastía".
"Puede haber opiniones más o menos favorables a Néstor o Cristina Kirchner, que hizo parte de la democracia que conseguimos hace 23 años, pero la idea de que Argentina es una sociedad que se gobierna por control remoto desde una familia me parece una idea que no da cuenta de la consolidación y el arraigo de la democracia en esta sociedad".
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Grandes retos
Luego de resaltar el crecimiento de su país, Mocca dijo que uno de los retos de la nueva mandataria será poner a la altura la recuperación de la economía argentina de los últimos años, lo que servirá para que crezcan los niveles de inversión nacional y extranjera. "El problema de este proceso de crecimiento es que ha tenido una velocidad en cuanto a la recuperación de la demanda social muy fuerte y entonces hay presiones sobre la capacidad de oferta".
Otro de los grandes retos es poner la inflación en orden, "no eliminarlo porque eso va a ser muy complicado, pero ponerlo en un orden que sea compatible con la continuidad del Presidente y con la capacidad que todavía no ha mostrado la economía argentina de distribuir el fruto de ese impulso de crecimiento".
Finalmente, Mocca afirmó en Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil) que la agenda de Cristina Kirchner será mucho más exigente y compleja que la de Néstor Kirchner. "Creo que la Argentina de hoy es una Argentina que tampoco se puede celebrar como un país que ha salido totalmente del desquicio, pero es un país absolutamente transformado. Es lógico que las demandas sociales, especialmente las de los sectores medios, se hayan elevado en un nivel de demanda político mayor".