El transbordador espacial estadounidense Discovery despegó a las 11:38 locales (15:38 GMT) del martes y entró en órbita con siete astronautas a bordo para cumplir una crucial misión en la Estación Espacial Internacional (ISS).
  
Los dos cohetes de propulsión del transbordador espacial estadounidense Discovery se separaron como estaba previsto dos minutos después del lanzamiento en Cabo Cañaveral (Florida).
   
El Discovery entró en órbita menos de nueve minutos después de su  lanzamiento con siete astronautas a bordo.
  
El lanzamiento fue realizado luego de que los responsables del programa de la Nasa decidieran que un pequeño trozo de hielo hallado sobre el tanque externo momentos antes del despegue no representaba una amenaza para la nave ni sus siete tripulantes.
  
Responsables del lanzamiento pidieron al equipo que haría la inspección final, que evaluara más de cerca el tamaño del trozo de hielo descubierto en el extremo del conducto de oxígeno líquido a muy baja temperatura del tanque externo, indicó el comentador oficial de la televisión de la Nasa.
  
La escotilla de la nave fue cerrada a las 13:45 GMT (09:45 locales) tras el embarque de los siete astronautas y la tripulación y los ingenieros procedieron entonces a una serie de pruebas para verificar el hermetismo de la cabina del orbitador.
  
Fue un impacto de un pedazo de espuma aislante, es decir algo más ligero, que se había desprendido del tanque externo, lo que causó la desintegración de la nave y de sus siete tripulantes cuando el Columbia reingresaba a la atmósfera en 2003.
  
El principal objetivo de la misión del Discovery y de sus siete astronautas es el transporte del módulo Harmony indispensable para instalar los laboratorios europeos y japoneses Columbus y Kibo en la ISS.
  
Harmony, un grueso tubo de aluminio presurizado de 14,3 toneladas y fabricación italiana, permitirá unir Columbus y Kibo a la estación orbital dándole su forma casi definitiva.
  
La ISS es un proyecto de 100.000 millones de dólares, en el cual participan 16 países, y se juzga esencial para preparar las futuras misiones habitadas, a Marte principalmente.