La norma 436 de la Comunidad Andina modificó la regulación de los agroquímicos.

El enfoque moderno del manejo racional de las sustancias que son utilizadas para prevenir, destruir o controlar cualquier plaga en cultivos agrícolas, motivó a que los instrumentos legales  de los países andinos revean sus regulaciones desde el 2002, con la expedición de la normativa 436 de la CAN.

Vencido el plazo de ponerla en vigencia en junio de este año, esta regla supranacional poco opera en Ecuador,  en lo que respecta al registro de nuevas sustancias y revaluación de los plaguicidas comercializados, según confirma el balance de Carlos Navas, del Servicio Ecuatoriano de Sanidad Agropecuaria (SESA). “Quince registros expedidos hasta la fecha y ninguna revaluación efectuada a 1.600 productos que emplean los agricultores”, anota.

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La razón expresada por el coordinador de control fitosanitario del SESA, en el seminario ‘Mitos y realidades de los plaguicidas’, organizado por CropLife Ecuador para periodistas,  es que ahora un comité técnico integrado por personal de tres ministerios (Salud, Ambiente, Agricultura), no solo uno, otorga el registro y que falta aclarar y homologar con los demás socios de la CAN los requisitos y procedimientos para realizar las pruebas de revaluación de insecticidas, fungicidas y herbicidas.

Todos los países miembros están en similar situación, alude Navas, y por ello supone que la próxima semana en Lima –sede de la CAN– adopten resoluciones importantes sobre la ejecución de la Norma Andina para el Registro y Control de Plaguicidas Químicos de Uso Agrícola, mediante procedimientos oficiales armonizados,  consecuentes con las realidades sociales, económicas, ambientales y de salud de cada miembro, estado de la infraestructura de laboratorios, entre otros.

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Mercedes Bolaños, consultora de la FAO y miembro del panel de expertos Convenio de Rotterdam, menciona sobre la dinámica del  mundo de los plaguicidas, que el 30% de los aplicados aquí  pertenece a la clase toxicológica altamente peligroso; el 10% a los moderadamente tóxicos; y, que el 100% se fabrica con  400 ingredientes activos.

La experta reconoce que han servido de herramienta a la producción de alimentos, sin embargo, el abuso, el desconocimiento de sus propiedades y comportamiento, su toxicidad y haberlo utilizado como la única alternativa, han provocado serios impactos en la salud y el ambiente. En concepto de la asesora, debería fomentarse el manejo integrado de plagas y si se recurre al  químico, utilizarlo correctamente y manejarlo responsablemente.

Mercado local
Alrededor de $ 140 millones generan al año las ventas de los plaguicidas en el país, de acuerdo con la Cámara de la Industria de la Ciencia de los Cultivos, Croplife Ecuador. Sobre los registros y revaluaciones la entidad advierte a las autoridades que se fijen en las impurezas que contienen algunos plaguicidas porque pueden ser más peligrosos que el mismo ingrediente activo y que en las pruebas de revaluación busquen un equilibrio entre lo que piden la Organización Mundial de la Salud y la FAO.

El mercado mundial de agroquímicos, según cifras del 2005, sumó más de 23 mil millones de dólares.